Alemania: reacciones a la Declaración del DDF

Fuente: FSSPX Actualidad

Tras la publicación de la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) que autoriza la bendición de las parejas irregulares, no casadas u homosexuales, las reacciones en Alemania, que encabeza junto con la Bélgica de habla holandesa la promoción de estas bendiciones, son diversas, pero ya muestran la gravedad del mal.

Como era de esperar, las reacciones han sido en general muy positivas, incluso entusiastas. Sin embargo, con un cierto crujir de dientes por parte de quienes deseaban el reconocimiento puro y simple de las uniones homosexuales. Algunas voces conservadoras se lamentan, como el movimiento conservador Maria 1.0, que señala las inconsistencias del texto.

Las reacciones llenas de satisfacción

Obispos como Monseñor Heinrich Timmerevers, obispo de Dresde-Meißen, expresaron su alegría y sorpresa: “Esto nunca se había hecho antes en la historia de la Iglesia; es un paso importante que el Papa ahora está haciendo posible”, declaró a ARD.

El futuro arzobispo de Bamberg, Monseñor Herwig Gössl, también celebró la decisión de Roma, afirmando que manifiesta “un deseo importante de muchos fieles, que también fue expresado en el Camino Sinodal”. Destacó, sin embargo, el hecho de que la Declaración Romana reserva el matrimonio solo para un hombre y una mujer.

El obispo de Maguncia, Monseñor Peter Kohlgraf, agradeció la publicación vaticana. "Estoy muy feliz de que este texto pueda poner fin a algunos rechazos agresivos y dejar claro que la atención a las personas a través de la bendición es verdaderamente católica", escribió en Facebook.

Monseñor Michael Gerber, obispo de Fulda, mostró su agradecimiento: “Los homosexuales han recibido una señal importante: lo que pueden aportar es valioso, nos enriquecemos mutuamente”, expresó. Monseñor Gerber lo considera un verdadero desarrollo en la enseñanza de la Iglesia, que es importante para la vida de muchas personas.

El cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich, dijo estar sorprendido por la declaración del Vaticano: "No pensé que tal señal llegaría tan rápido". Lo considera como un primer paso que puede parecer pequeño para los católicos alemanes, “pero en la Iglesia universal esta posibilidad es enorme”.

El cardenal añadió que cada cultura debe desarrollar ahora sus propias reglas de aplicación: “Para nosotros esto no es nuevo. Ya estábamos trabajando en ello”. Se están desarrollando directrices para ponerlas a disposición de los agentes pastorales.

Por su parte, Monseñor Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania (DBK), publicó un comunicado de prensa en el sitio web de la DBK, en el que contrasta la bendición con el matrimonio sacramental, que es reduccionista en comparación con lo que afirma la Declaración. Sobre todo, considera que el texto señala que "el marco establecido es suficientemente claro para dar a los ministros ordenados la necesaria seguridad de acción".

Reacciones mixtas

El obispo de Wurzburgo, Monseñor Franz Jung, reaccionó con reserva: “Los actos de bendición son vistos como una ayuda para una vida mejor, para vivir con mayor fidelidad los valores del Evangelio”, escribió. "Habrá que ver si los actos de bendición sirven para alcanzar este objetivo en el marco definido por la Declaración", añadió. El prelado ve en la Declaración un intento de marcar una gran diferencia entre las exigencias de la práctica pastoral y la enseñanza oficial de la Iglesia.

En una declaración conjunta, dos asociaciones de mujeres católicas calificaron la Declaración como "muy retrasada". Pero para ambas asociaciones es incomprensible que las bendiciones no puedan realizarse en el marco de los servicios religiosos.

La iniciativa alemana #OutInChurch [pro LGBT] reaccionó con escepticismo: "Mientras se hable de relaciones irregulares y las bendiciones sigan prohibidas en los servicios religiosos, el júbilo será muy limitado".

El Comité catholique LGBT+ expresó una opinión similar. La Declaración del DDF mantiene la enseñanza actual de la Iglesia sobre el matrimonio, criticó el comité en un comunicado. El magisterio sigue hablando de situaciones irregulares en las relaciones entre personas queer. La bendición ahora posible sería una “bendición light”.

Las reacciones de consternación

Este es en particular el caso de la asociación Maria 1.0 que analiza el texto señalando sus inconsistencias. Los autores describen “un documento teológicamente muy ambivalente y ambiguo” y explican que el mal nunca puede ser objeto de bendición. Añaden que se trata de algo nuevo en la historia de la Iglesia.

"Muchos tienen la impresión de que la Iglesia ya no considera inmorales las relaciones homosexuales y otras situaciones irregulares, y que las bendice. Esa sería la peor interpretación posible", señalaron. Describen el desorden que ya se está creando en el suelo alemán que recibió con avidez la Declaración.

La asociación “Nouveau départ”, que se opuso firmemente al Camino Sinodal, intentó otro camino: en un comunicado de prensa, quiso demostrar que Fiducia supplicans no rompe con la doctrina de la Iglesia y destacó las limitaciones expresadas en la Declaración. – Al leer este texto, es doloroso comprobar que los autores se hunden en un callejón sin salida.

Conclusión

Las reacciones en Alemania, cuyo Camino Sinodal está a la vanguardia de la promoción de las bendiciones de las parejas homosexuales, no son sorprendentes. La Iglesia en Alemania toma lo que se le da y ahora lo hará fructificar: en la práctica no habrá diferencia entre bendición litúrgica y no litúrgica. Se seguirán utilizando los “rituales” ya aprobados en algunas diócesis.

Los pesimistas ven el vaso medio vacío: esperan el reconocimiento puro y simple del “matrimonio” homosexual por parte de la Iglesia. Las personas más inteligentes saben que esto no es necesario para seguir adelante. Ya tienen la ley de su lado. ¿Qué obispo podrá ahora prohibir algo en este ámbito?

Algunos pensaron que esta Declaración podría quitar el viento a las velas de la vanguardia sinodal alemana. Pero es un error: el texto no hace más que empujar a la Iglesia alemana por el camino del cisma y la herejía.