Alemania: segundo día de la 5ta Asamblea del Camino Sinodal

Fuente: FSSPX Actualidad

Bendición de una pareja homosexual por un sacerdote alemán el 10 de mayo de 2021

El viernes 11 de marzo tuvo lugar la segunda jornada de la 5ta y última Asamblea del Camino Sinodal alemán. La agenda parecía complicada, en particular por la presentación "de última hora" de las enmiendas por parte de los obispos, con una amenaza no disimulada de no aprobar ciertos textos tal como fueron presentados.

Esta situación no fue bien recibida por los laicos ni por el Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK), pero todos estaban conscientes de que un nuevo rechazo del texto –como había sucedido en la Asamblea anterior– significaría prácticamente el fin de los debates.

El texto sobre la participación de los laicos en la predicación y los sacramentos

Predicación, bautismo, matrimonio y gestión parroquial

Después de intercambios en todas las direcciones, el texto fue aprobado por una mayoría de alrededor del 90%, pero como algunos laicos se quejaron, el resultado fue muy diluido. Tras la enmienda de los obispos, aceptada por la Asamblea sinodal, el texto de acción "Proclamación del Evangelio por los laicos en la Palabra y el Sacramento" exige a los obispos alemanes los siguientes tres puntos:

Una autorización de principio concerniente a "la introducción de la administración extraordinaria del bautismo según el can. 230 § 3 CIC 1983"; luego, "la asistencia en el matrimonio por parte de los laicos según el can. 1112 CIC 1983"; y finalmente "una comisión de mujeres laicas para ayudar en la gestión de las parroquias de acuerdo con los requisitos legales del can. 517 § 2 y can. 517 § 2 CIC 1983".

La comisión pastoral de la Conferencia Episcopal de Alemania (DBK) coordinará un "proceso de consulta" y considerará "cómo se deben desarrollar los ministerios y cargos existentes y qué nuevos ministerios y cargos se deben diseñar para que la Iglesia pueda y deba responder a los nuevos desafíos".

Las enmiendas de los obispos

Los obispos suprimieron la posibilidad de "la confesión por parte de los laicos". Lo mismo ocurrió con el sacramento de la extremaunción: "la importancia de la bendición y la unción de los enfermos se considerará también respecto a todos los agentes pastorales que trabajen en el acompañamiento de los enfermos", también fue suprimida.

Las reflexiones de una superiora franciscana sobre estas supresiones son increíbles. En particular: "Nos quedamos muy por debajo de lo que queríamos lograr. (…) Queremos que la Iglesia camine libremente. (…) La confesión laica ya existía en la Edad Media (…) pero al final seguimos necesitando un sacerdote para administrar el sacramento".

Finalmente, la amenaza: "Si nada decisivo cambia en el modo oficial en un futuro previsible, algo cambiará en nosotros y en otras comunidades", entiéndase: nos confesaremos entre nosotros...

Nótese que es pura fantasía hablar de confesión laica, lo único que existía en la Edad Media era, en caso de peligro de muerte, en la imposibilidad de tener un sacerdote -por ejemplo, durante las Cruzadas- revelar los propios pecados a un laico, para excitarse a la contrición. Pero nunca hubo una absolución en tales circunstancias.

El texto sobre la instauración de los consejos sinodales

Ante la clara oposición de una minoría de bloqueo de los obispos, la Asamblea sinodal decidió no aprobar en segunda lectura el texto "Consultar y decidir juntos" sobre la introducción de los consejos sinodales en las diócesis y parroquias, dejando esta tarea al Comité sinodal. Pero esto es dar un paso atrás solo para saltar mejor, porque el Comité normalmente tendrá la tarea de establecer estos consejos…

El texto sobre la “Celebración de la bendición para las parejas que se aman”

Efectivamente, hubo obispos que se opusieron al texto que deberían haber formado una minoría de bloqueo, pero solo 9 de 20 tuvieron el valor de votar en contra, los otros once se abstuvieron, pero la abstención según el reglamento no se cuenta. Por lo tanto, gracias a los abstencionistas, el texto fue aprobado.

Cabe señalar que un documento solo se aprueba si dos tercios de la Asamblea, por un lado, y dos tercios de los obispos, por otro lado, votan a favor. Sin embargo, había 58 obispos votantes. Por lo tanto, los 20 oponentes podrían hacer cambiado la votación.

El texto afirma que la Iglesia "ofrece reconocimiento y acompañamiento a las parejas que se unen en el amor, se unen en pleno respeto y dignidad y están dispuestas a vivir su sexualidad a largo plazo con respeto a sí mismos, a los demás y con responsabilidad social".

Por lo tanto, se recomienda que la DBK y el ZdK "desarrollen e introduzcan celebraciones litúrgicas apropiadas a su debido tiempo". Un folleto debería incluir "propuestas de formularios para las celebraciones de bendición para las diferentes situaciones de pareja (parejas que se han vuelto a casar, parejas del mismo sexo, parejas casadas en matrimonio civil)".

Si bien "no se impone a nadie la obligación de realizar tales celebraciones", por el contrario, ningún obispo puede imponer sanciones disciplinarias a un sacerdote que las realiza. De hecho, tales bendiciones ya han tenido lugar en todas las diócesis alemanas sin ninguna consecuencia para los sacerdotes. Las ceremonias de bendición se presentarán oficialmente en marzo de 2026.

A pesar de ciertas precauciones para evitar que estas bendiciones sean asimiladas a un matrimonio, es evidente que su significado, para las parejas interesadas, será como un reconocimiento por parte de la Iglesia de su estado y les dejará en la certeza de que no están fuera de la ley de Dios. Y no es difícil predecir que la bendición pronto se convertirá en un "matrimonio".

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, al ser consultado al respecto, recordó que la Santa Sede se opone "muy claramente" a cualquier bendición de parejas del mismo sexo, y agregó "que una Iglesia local no puede tomar tal decisión que implica la disciplina de la Iglesia universal". Tiene planeado reunirse con los obispos alemanes.

Pero, ¿será apoyado por el Papa Francisco? Durante la visita ad limina de los obispos belgas, a fines de 2022, cuando estos últimos acababan de implementar tal bendición en las regiones de Bélgica de habla holandesa, Francisco les dijo: "Es su decisión. Puedo entenderla".