Cardenal Walter Brandmüller: "La Iglesia en Alemania es cismática y herética"

Fuente: FSSPX Actualidad

En una entrevista concedida a Il Messaggero, el domingo de Pascua, el cardenal Walter Brandmüller, presidente emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas, no se anduvo con rodeos.

"¿El cisma en Alemania? De hecho, ya ha comenzado". Respondiendo a las preguntas de Franca Giansoldati, el alto prelado no dudó en afirmar que el cisma que denuncia "está sucediendo ante nuestros ojos". Y añadió que basta "con ver las declaraciones o las posiciones" de muchos obispos alemanes.

Pero el porporato quiso llegar al fondo de las cosas. "Debemos tener cuidado de no confundir dos aspectos, el cisma y la disensión a nivel doctrinal, porque entonces estamos ante una herejía". Con esa aclaración, agregó: "En el caso de Alemania, tenemos ambos aspectos".

Y para asegurarse de que sus palabras sean bien comprendidas, repitió: "Lo que está sucediendo en Alemania es tanto un cisma como una herejía desde un punto de vista dogmático".

Cuando se le preguntó por el motivo de este alejamiento, el cardenal Brandmüller explicó: "Hace tiempo que piden el sacerdocio femenino, la comunión para los divorciados vueltos a casar, la aceptación de la homosexualidad, la bendición de las parejas homosexuales".

El cardenal considera que la causa es el deseo de acercarse a los protestantes, y tal vez incluso quieran "una Iglesia unida a los protestantes".

Respecto al celibato de los sacerdotes, admitió que no es una "cuestión doctrinal", pero añadió que "es una tradición apostólica. Por tanto, es inaceptable".

Sin embargo, el cardenal Brandmüller relativiza el número de aquellos que seguirán el cisma y la herejía. Afirma "con certeza" que la mayoría de los católicos alemanes son indiferentes a todas estas demandas.

"Los que se adhieren a las tesis progresistas", explica, "son personas vinculadas al Comité Central de Católicos Alemanes [participante en el camino sinodal. NDLR]. (...) El laicismo galopa a toda velocidad y se ha incrementado el alejamiento de los fieles de la Iglesia".

Esta lúcida observación es evidente para quienes siguen regularmente las noticias de la Iglesia en Alemania. Lo que sigue siendo completamente incomprensible, sin embargo, es la inercia de la Santa Sede. Ciertamente, durante los últimos dos años ha habido preocupación en el Vaticano por el camino sinodal alemán. Pero esperar no mejorará la situación.