Congo: el cardenal Ambongo explica el rechazo africano a “Fiducia supplicans”

Un Occidente en decadencia

Durante esta conferencia, el cardenal señaló la decadencia de Occidente: “En Occidente, como no les gustan los niños, ya no creen en la familia, ya no creen en el matrimonio. (…) Occidente está hoy en decadencia en términos de valores". Acusó también a este “Occidente” de querer imponer estas prácticas en África, a lo que él se niega.

Prosiguiendo con su acusación, no dudó en citar al “presidente Putin”, que habla de la “moral decadente de Occidente”, retomando los mismos términos: "Es una cultura decadente, (…) una sociedad decadente". La acusación se dirigió luego a las Naciones Unidas: "Hoy, las Naciones Unidas intentan impulsar la ideología LGBTQ a través de sus órganos, incluidos UNICEF y OMS", por medio del dinero: "Si no aceptas, retiran la financiación".

La reacción de África

El arzobispo de Kinshasa afirmó que la homosexualidad no forma parte de la cultura africana, y la rechaza. Citó a los mártires de Uganda que fueron torturados, entre otras causas, por haber rechazado la homosexualidad practicada por la nobleza en Uganda, un caso aislado, según el alto prelado.

El cardenal Ambongo mencionó la "fuerte oposición" en África contra la Declaración Fiducia supplicans firmada por el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) y por el Papa Francisco. Al principio hubo una consternación general. Luego llegó el momento de las reacciones, procedentes de casi todas partes. El cardenal decidió entonces consultar a todos los obispos del SECAM.

Tras reunir estas reacciones de todas las conferencias episcopales y extraer de ellas una Síntesis de las reacciones de las conferencias episcopales de África, el cardenal Ambongo escribió al Papa, como presidente del SECAM, pero también como miembro del Consejo de 9 cardenales (C9) que asiste a Francisco. 

A su llegada a Roma, fue recibido por Francisco para explicarle las reacciones del continente africano: “la solución es una comunicación que tranquilice a los pueblos de África, que calme el espíritu de los fieles”. El Papa pidió al prefecto del DDF, el cardenal Víctor Manuel Fernández, que abordara el asunto con el cardenal Ambongo.

Se celebró una reunión entre los dos hombres en la sede del DDF para elaborar un documento. Y el cardenal Fernández se vio obligado a tragarse sus palabras. Si bien había afirmado que no le parecía lícito un rechazo general por parte de una conferencia episcopal o de un continente, tuvo que participar en el texto que rechazaba su Declaración, texto que luego firmó. El propio título del documento es inequívoco: No a la bendición de las parejas homosexuales.

El cardenal Ambongo añade: "A lo sumo, debemos respetar a las personas homosexuales". Y es bajo este aspecto de la persona individual que pueden recibir la bendición del sacerdote. El cardenal hace una comparación: "Porque bendecimos incluso a un criminal. (…) Pero lo bendecimos con la esperanza de que la gracia de la bendición pueda ayudarlo a convertirse".

Y concluyó recordando que "la homosexualidad está condenada en la Biblia y en el magisterio de la Iglesia. No podemos ser promotores de una desviación sexual. Que lo hagan en Occidente, pero no en África".