El anuncio de la renuncia del patriarca Sako causa revuelo

El cardenal iraquí anunció su decisión durante una entrevista televisiva, transmitida por Nour Sat TV. En las últimas semanas, las declaraciones del Patriarca han suscitado polémica y comentarios divergentes en las redes sociales, lo que ha llevado al prelado a publicar una nota aclaratoria, que ha sido difundida en los últimos días por los medios oficiales del Patriarcado caldeo.

En esta nota, se especifica que el patriarca Sako ya había insinuado en el pasado que tenía la intención de renunciar al cargo patriarcal cuando cumpliera 75 años.

De acuerdo con las disposiciones canónicas actuales, todos los obispos católicos deben presentar su carta de renuncia al Papa cuando cumplen 75 años. Sin embargo, esta regla no se aplica a los patriarcas de las Iglesias orientales católicas, para quienes no existe una edad de "jubilación".

"Sin embargo, es lamentable, señala la nota explicativa, que entre los Orientales, tanto en las instituciones y partidos políticos como en las iglesias, no exista una verdadera 'cultura del retiro'".

"El rol de patriarca", continúa la nota, "es un rol de servicio que no depende de la persona individual que lo ostenta, por carismática que sea". La declaración enfatiza que el patriarca Sako "ha servido responsable y meticulosamente a la Iglesia en circunstancias difíciles" y "no espera agradecimiento ni elogios por su servicio".

Esta noticia puede interpretarse de varias maneras, pero es anormal, por decir lo mínimo, ver a aquellos que ejercen un rol de sacerdote en una diócesis, ser privados de este rol a una edad fija para todos, mientras que hay algunos que siguen asumiendo su cargo con normalidad, cuando otros ya no pueden.

En cuanto a la "cultura de la jubilación", es algo que suena terriblemente mundano. Si bien es comprensible que, cuando sus fuerzas lo abandonan, el sacerdote o el obispo pueden jubilarse, no obstante, planificar su jubilación y tener una "cultura" al respecto es como tener espíritu de funcionario.

Louis Sako nació en Zakho (Irak) el 4 de julio de 1948. Fue ordenado sacerdote el 1 de junio de 1974. El 27 de septiembre de 2003 fue elegido archidiácono caldeo de Kirkuk. El 31 de enero de 2013, fue elegido patriarca por el Sínodo de la Iglesia Caldea reunido en Roma y tomó el nombre de Louis Raphaël. El 1 de febrero, el Papa Benedicto XVI le concedió la communio ecclesiastica. El 28 de junio de 2018 fue creado cardenal por el Papa Francisco.