El cónclave futuro y el futuro del cónclave

Fuente: FSSPX Actualidad

Habemus papam, 13 de marzo de 2013

Mientras las repetidas gripes que afectan al soberano pontífice dan a los medios la oportunidad de plantear la perspectiva de un futuro cónclave, otras voces se hacen oír para cambiar el rumbo de la elección del sucesor de Pedro, teniendo en cuenta los nuevos desafíos que surgen debido a la revolución digital y la inteligencia artificial.

"Ralentizar el cónclave". El artículo – Rendere il conclavo piu lento – fue publicado el 20 de febrero de 2024 en Il Mulino, firmado por Alberto Melloni, reconocido historiador del cristianismo de la Escuela de Bolonia, conocido por asumir una visión del Concilio Vaticano II que rompía con la era preconciliar. El autor es también miembro de la Academia Internacional de Ciencias Religiosas y del Consejo Internacional de la Revue d'histoire ecclesiastique: sobra decir que sus palabras son escuchadas en el mundo eclesiástico.

En su intervención, Alberto Melloni se muestra sorprendido por la “duración extraordinariamente corta” de los dos últimos cónclaves y preocupado por un futuro sucesor de Pedro elegido demasiado rápido, bajo la presión de los medios de comunicación y sin la perspectiva necesaria.

Para superar lo que Melloni considera un gran inconveniente en un futuro más o menos cercano, cuando el peso de la tecnología digital y de la inteligencia artificial (IA) es cada vez peor, el historiador sugiere al Papa Francisco integrar la elección del romano pontífice en un tiempo más prolongado y propicio para la reflexión. ¿Cómo? En particular, reduciendo el número de votaciones diarias de cuatro (como prevé actualmente la ley de la Iglesia) a una sola.

Melloni señala que los dos últimos cónclaves solo duraron veinticuatro horas cada uno: si esta corta duración se repitiera, el peso de los medios de comunicación podría resultar decisivo para hacer emerger a un candidato determinado o, por el contrario, desencadenar una campaña de prensa contra otro, influyendo en el voto de los porporati que, cuando regresan a Santa Marta en sus apartamentos, no dejan de verse afectados por el flujo de información de la jornada.

El representante de la Escuela de Bolonia recuerda un hecho ocurrido durante el cónclave de 2013: justo antes de la primera ronda de las votaciones, se supo que uno de los allegados más destacados de un papabile, el cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán, que encarnaba una línea “ratzingueriana”- estaba siendo procesado por un caso de corrupción.

Eso fue suficiente – según Alberto Melloni – para poner fin a la candidatura del cardenal Scola, sabiendo que, al mismo tiempo, la candidatura de un tal Jorge Bergoglio contaba con el apoyo de poderosos porporati, como los cardenales Kasper, Danneels y O'Connor.

Como ya ha señalado FSSPX.Actualidad, la influencia de los medios de comunicación será tanto más importante cuanto que los miembros de un Sacro Colegio cada vez más internacionalizado se conocen menos entre sí: ¿qué decir entonces sobre el impacto de una campaña mediática a favor o en contra de un determinado porporato, sin importar que provenga del interior de la Iglesia o del exterior, y sin olvidar las famosas “fake news” impulsadas por la IA?

El historiador concluye señalando que Francisco probablemente lanzará una reforma sobre el desarrollo del cónclave antes del final de su pontificado, sin saber en qué dirección irá: “¿Cómo será esta reforma? Es difícil decirlo, pero los canonistas a quienes ya ha confiado las reformas anteriores no parecen tener el talento eclesiológico de un Eugenio Corecco ni la virtuosidad jurídica de un Mario Francesco Pompedda. (…)

"Esperemos que ningún país y ningún participante clave en el mercado de la información consiga alterar la elección del Papa y conducir a un callejón sin salida fatal para la unidad de la Iglesia, como en 1378". Queda confiar la Santa Iglesia a su protector, San José, que es el mejor guardián de la esposa de Cristo para protegerla de nuevas calamidades.