El Papa Francisco publica sus memorias

Fuente: FSSPX Actualidad

El pontífice argentino cuenta la historia de su vida en una obra publicada en Estados Unidos y Europa el 19 de marzo de 2024. El Corriere della Sera publicó algunos extractos de un libro en el que el sucesor de Pedro justifica los principales actos de su pontificado y responde a sus críticos más virulentos.

La mejor defensa es el ataque. Esta es probablemente una de las claves para leer Vida: mi historia a través de la historia, un libro coescrito por el Papa Francisco y el periodista italiano Fabio Marchese Ragona, que se publicó el 19 de marzo de 2024: una fecha que no fue elegida al azar ya que coincide, dentro de unos días, con el undécimo aniversario de su pontificado.

Estas memorias permiten al Papa argentino repasar los momentos más importantes de su vida: los vinculados en particular a la Segunda Guerra Mundial y las dos bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.

Asimismo, brinda la oportunidad al exarzobispo de Buenos Aires de recordar su pensamiento al respecto: “el uso de la energía atómica con fines bélicos es un crimen contra el hombre, contra su dignidad y contra cualquier posibilidad de futuro en nuestra casa común”.

Francisco evoca confusamente el "pequeño enamoramiento" que sintió por una joven cuando era seminarista, su experiencia del régimen autoritario que marcó la vida argentina entre 1976 y 1983, así como su "exilio en Córdoba" en los años 1990, una consecuencia de los errores cometidos “debido a (su) actitud autoritaria”. Actitud de la que nunca se libró realmente.

El Papa reitera los temas que son importantes para él: la condena del aborto comparándolo a la contratación de "un asesino a sueldo", la denuncia de la gestación subrogada (GPA), la protección de la creación, pero también la necesidad, según él, de abrir la puerta a las parejas homosexuales “que a menudo son marginados dentro de la Iglesia”.

Sin embargo, el libro es también una oportunidad para ajustar cuentas con quienes ya no dudan en criticarlo abiertamente o en esperar ansiosamente la llegada de su sucesor. A este fin lanza un brusco ataque contra el primer círculo de seguidores de su predecesor.

Al igual que la estatua del comandante, la figura de Benedicto XVI parece todavía perseguir a su sucesor, quien lamenta que, a lo largo de los años, "la figura del Papa emérito haya sido explotada con fines ideológicos y políticos por personas sin escrúpulos que, sin haber aceptado su renuncia, lo han explotado para sus propios fines, a riesgo de una fractura dramática en la Iglesia”.

Francisco espera lograr muchas más cosas

¿Renunciar? El presentador de Santa Marta no piensa en ello. Una forma de respuesta a quienes especulan sobre el futuro en la Curia: “Creo que el ministerio petrino es ad vitam y, por tanto, no veo las condiciones para una renuncia. Las cosas cambiarían si surgiera un obstáculo físico grave y, en este caso, ya firmé una carta de renuncia al inicio del pontificado que fue depositada en la Secretaría de Estado”, recuerda.

Y añade que “con el paso de los años, algunos empezaron a tener la esperanza de que tarde o temprano, tal vez después de una hospitalización, haría tal anuncio, pero no hay riesgo por ese lado: gracias al Señor, estoy bien de salud y, si Dios quiere, todavía tengo muchos proyectos por cumplir”.

En resumen, se trata de una justificación en forma de memorias, pero también de una advertencia para la Curia: el programa reformista con el que fue elegido el actual pontífice romano hace once años está lejos de haber terminado y las críticas en todas direcciones no le desaniman. Suficiente para hacer rechinar algunos dientes en Roma.