El Parlamento Europeo aprueba el informe Matic sobre el aborto

La votación se llevó a cabo el 24 de junio. Hubo 378 votos a favor, 255 en contra y 42 abstenciones. Es cierto que este texto no es vinculante para los países miembros, pero marca un hito para el establecimiento en el futuro de medidas muy graves.

FSSPX. Actualidad ya había precisado las cuestiones planteadas por este texto: la emergencia de un "derecho" al aborto y el rechazo del derecho a la objeción de conciencia para el personal de salud, sin mencionar los nuevos requisitos en los términos de educación sexual.

La transformación del derecho

La mayoría de las leyes europeas sobre el aborto, aunque se les debería negar el título de ley, permiten la despenalización del aborto. En otras palabras, el aborto todavía se considera un delito, pero ya no se le castiga.

Esta concepción ya es una gran transgresión del derecho natural y del derecho positivo. Este crimen cometido contra inocentes completamente indefensos frente a sus asesinos, en el seno de su propia madre, es uno de los peores que se pueden cometer.

La teología dice que es un crimen que clama venganza contra el cielo, es decir, que será castigado de manera especial por Dios.

Además, querer constituir el aborto en un derecho equivale a hacer de este crimen una buena acción. Porque solo el bien está protegido por la ley. Una ley que protege el mal no puede ser una ley de ninguna manera. Porque el mal -ciertos males, habría que decir- puede a lo sumo tolerarse en determinadas circunstancias.

Pero el movimiento iniciado por esta despenalización debía culminar en la reivindicación de este derecho, porque lo que se practica ampliamente siempre termina apareciendo como normal y bueno y, en última instancia, como susceptible a ser sancionado por la ley. Es la confusión total de las mentes.

Además, el deseo de eliminar el derecho a la objeción de conciencia se sigue lógicamente, porque si el aborto es un derecho, ¿qué "derecho" podría oponerse a él?

Debemos esperar ahora que este texto se quede en los cajones, pero sobre todo debemos hacer lo que esté a nuestro alcance, por un lado, para oponernos a este descarrilamiento total, y por otro lado, para enseñar e iluminar las conciencias de buena voluntad.