El presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania “decepcionado” por el Papa

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Georg Bätzing

Monseñor Georg Bätzing está decepcionado y tiene la intención de hacerlo saber. Para ello, el obispo de Limburgo –que también preside la Conferencia Episcopal de Alemania (DBK)– concedió una entrevista de veintidós páginas a Deutschlandfunk, el 22 de mayo de 2022.

El prelado comienza hablando bien sobre el progresismo del Romano Pontífice: Francisco hizo "lo que pudo" al iniciar el proceso sinodal, permitiendo así que "todos los grupos, incluido el LGBT, participen en el sínodo mundial de 2023".

Pero, muy rápidamente, las críticas alcanzan su punto máximo cuando el presidente de la DBK evoca las grandes obsesiones del episcopado alemán: recordando que en el Sínodo sobre la Amazonía, el pontífice argentino se negó a abordar la cuestión de la ordenación de los viri probati comprometidos en los lazos del matrimonio, el prelado advierte que "la discusión sobre esta cuestión no cesará simplemente porque el Papa no la aborde".

Asimismo, "no vamos a dejar de discutir la ordenación de mujeres solo porque el Papa opina diferente, porque ya he hablado varias veces con el Papa Francisco y sé que tiene una opinión decididamente diferente [sobre estos temas]", declaró monseñor Bätzing.

Y en seguida dispara una flecha en dirección a la Casa Santa Marta, afirmando que el Papa "cultiva el arte de andarse por las ramas". 

Por su parte, el presidente de la DBK prefiere jugar a los equilibristas, afirmando con cierta confianza: "Yo proclamo la enseñanza de la Iglesia, porque es mi deber, aunque al mismo tiempo esta enseñanza ya no sea aceptada por los fieles. (…) Debemos traducir estos cambios en la teología".

En otras palabras, la Revelación de Jesucristo, inmutable en su verdad, debe evolucionar bajo la presión de las novedades y los errores. Es una inversión completa de la noción misma de Revelación y Tradición: ahora los fieles son la norma de la enseñanza divina.

En todo caso, es difícil afirmar que se "proclama la enseñanza de la Iglesia", cuando se dice, unas líneas después, estar "firmemente convencido de que la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad debe evolucionar".

Dicho sea de paso, el obispo de Limburgo considera que la fase reformista del pontificado se ha desvanecido: "aquellos que tienen los ojos fijos en las cuestiones del celibato sacerdotal y de la ordenación de mujeres ciertamente se sentirán decepcionados", señala. 

Y añade que "ninguno de estos problemas se resolverá en los próximos cinco años”: una forma bastante displicente de enterrar al Papa Francisco, porque el prelado alemán debería recordar que en la Selva Negra se debe tener mucho cuidado de vender la piel del oso antes de haberlo matado...