Emmanuel Macron quiere que la UE reconozca el derecho al aborto

Y, por si fuera poco, propuso "actualizar la Carta de los Derechos Fundamentales [de la UE], en particular sobre (...) el reconocimiento del derecho al aborto". Su discurso tenía como objetivo presentar la línea que seguirá la presidencia para este sexenio, pero Macron aprovechó para posicionarse frente a sus futuros rivales.

Evidentemente, la razón –o más bien el pretexto– de esta propuesta es la elección de la nueva presidenta de la Presidencia europea (ver nuestro artículo de ayer), Roberta Metsola, una maltesa antiaborto. Habiendo creado esta elección cierta controversia en su propio campo, Emmanuel Macron tuvo que tomar la iniciativa.

Una propuesta (afortunadamente) sin futuro para la UE...

Pero aquellos que conocen la ley europea saben que esto es, afortunadamente, casi imposible de lograr. Porque la revisión de la Carta de los Derechos Fundamentales solo puede hacerse con el acuerdo unánime de los Veintisiete. Y, por el momento, parece imposible que Polonia apoye la introducción del derecho al aborto en la Carta.

Es muy probable que otros países se opongan a este intento, como Hungría.

En cuanto a Malta, nos encontramos ante una imposibilidad: existe un protocolo anexo al tratado de adhesión del país a la UE, que le garantiza que la legislación europea, actual o futura, no podrá modificar la legislación nacional sobre el aborto ni afectar su aplicación. Además, los Campos Elíseos también confirmaron que "la revisión de la Carta de los Derechos Fundamentales supone un cambio en los tratados".

...pero que es un mal pronóstico para Francia si Macron es reelegido

Manon Aubry, del movimiento La France insoumise, no dejó de señalar las consecuencias que esto tendría en el derecho francés: "No basta con incluir el derecho al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales. Hay que defenderlo, aceptar la ampliación de su plazo en Francia y no pactar con países como Polonia que están destruyendo este derecho fundamental a decidir sobre nuestro cuerpo".

Además, contrariamente a lo que se suele proclamar, el aborto no es un derecho en sentido estricto en Francia: solo está despenalizado. Pero eso es algo que podría cambiar, y el futuro candidato Macron, sin duda, ha enviado una fuerte señal en esta dirección a los movimientos de izquierda y a las feministas. Él podría ser quien convierta en un derecho el crimen contra los niños inocentes.