La Misión Rosa Mystica en las montañas Sarangani 2023 - primer día

Fuente: FSSPX Actualidad

En este mes de marzo de 2023, como cada año desde 2007, la 16ª misión médica Rosa Mystica reunió a una treintena de voluntarios de todo el mundo, incluidos 4 médicos, 1 farmacéutico, 13 enfermeros y enfermeras, 1 auxiliar de enfermería y 1 partera.

Partiendo de Francia, Suiza, Croacia, Estados Unidos y Australia, sobrevolaron medio mundo, durante más de veinticuatro horas, para llegar a la ciudad de General Santos, en el sur de Mindanao, donde se encuentra el dispensario de Acim-Asia, que será el campo base de esta nueva Misión.

Desde allí, el equipo médico viajará durante seis días a seis aldeas de la región de Sarangani, al este de esta gran ciudad. Una zona liberada desde septiembre de 2022 de las milicias comunistas que hicieron reinar allí la guerrilla y el terror, con su corolario de miseria, durante muchos años.

La paz finalmente permitió a Yolly, enfermera permanente de Acim-Asia, considerar que se llevara a cabo la Misión en estos lugares desfavorecidos a los que deseaba llegar desde hace mucho tiempo. Yolly contó con el apoyo del alcalde del municipio de Alabel quien puso sus infraestructuras al servicio de la Misión. El concejal, hace unos años, consagró su municipio al Inmaculado Corazón de María...

Hay seis barangays o aldeas anexas a este municipio, perdidas y encaramadas en la montaña, que la Misión podrá visitar gracias a la ayuda del personal municipal puesto a su disposición, mediante el préstamo de camiones para el transporte de equipo y... del ejército. Todo bajo la supervisión de la policía, pero también del ejército para garantizar la seguridad en estas áreas recientemente pacificadas.

La Misión se inauguró el 5 de marzo con la misa dominical celebrada por el Padre Alexandre Maret, quien viajó desde Suiza para acompañar a los voluntarios de lengua francesa. Aquellos que llevan más años participando en la Misión pudieron constatar las hermosas mejoras realizadas en esta gran iglesia Rosa Mystica de General Santos desde 2019. Se blanquearon las paredes, se colocaron las ventanas y se quitaron los andamios de bambú.

El Padre Timothy Pfeiffer, que atiende esta iglesia, espera algún día poder cubrir el piso con concreto e instalar un techo. Aquel a quien todos conocen como "Padre Tim", es también el capellán de Rosa Mystica y desea, a través de esta nueva Misión, extender su apostolado en estos pueblos abandonados desde hace mucho tiempo por los misioneros católicos, y sumamente colonizados por las sectas protestantes.

Un generoso almuerzo dominical, precedido por un pequeño espectáculo de bailes tradicionales, se ofreció a los voluntarios y, con fuerzas renovadas, iniciaron su recorrido por el encantador "complejo turístico" de Pinobre con sus tradicionales cabañas -de comodidad espartana pero con una espléndida vista al mar– ubicado en Kawas, donde se hospedarán los más jóvenes. Los menos jóvenes dormirán en el hotel.

Este sitio fue abierto a la Misión por el municipio de Alabel. Aquí es donde a cada voluntario se le asigna su tarea, unos para la clasificación de los pacientes, otros para tomar signos vitales, otros más para la farmacia, para el laboratorio itinerante de análisis o para el registro de todos los pacientes que necesitan análisis de laboratorio, exámenes complementarios o intervenciones que no se pueden llevar a cabo en el lugar.

Durante esta reunión preparatoria, se unió al equipo de voluntarios el cuerpo de estudiantes de enfermería del colegio Nuestra Señora de General Santos donde Yolly impartía clases antes de dedicarse por completo al cuidado y al apostolado entre los más pobres con Acim-Asia. ¡Estas enfermeras serán de gran ayuda!

Ante todo, por supuesto, la Misión debe ser confiada a su patrona, la Santísima Virgen María, la Rosa Mystica. El Padre Tim, nuestro incansable misionero, nos condujo cuesta abajo por la colina para procesionar sin complejos por la carretera, caminando detrás de la estatua de Nuestra Señora de los Siete Dolores, ocasionando ralentizaciones, frenazos de los vehículos y curiosidad entre los vecinos – ¡este es el objetivo del misionero! –, y el desconcierto de un búfalo que pastaba tranquilamente al costado de la carretera principal y que nuestra tripulación hizo saltar...

Datal Anggas, "la llanura en la cima de la montaña"

¡Un pueblo con un nombre apropiado! "La llanura en la cima de la montaña" es la traducción en B'laam, uno de los innumerables dialectos filipinos, del nombre del primer pueblo visitado: Datal Anggas. Pudimos llegar allí después de un épico viaje en un camión de volteo, a veces por caminos pavimentados, pero otras por simples caminos de tierra o rocosos, ¡que siguen la pendiente de las montañas sin desvíos!

Fue necesario vadear un tumultuoso arroyo sujetándonos del borde del camión de volteo como si fuera un arnés de seguridad lo cual representó fuertes emociones... El espléndido espectáculo de estas altas montañas de verdor tropical se exhibía ante nuestros ojos a lo largo del camino hasta aterrizar en este pueblo encaramado en una pequeña meseta rodeada de altas cumbres y cuyo nombre le sienta muy bien.

Bailes tradicionales de bienvenida y… ¡a trabajar! Los pacientes esperaban desde hacía varias horas; algunos verían a un médico por primera vez en sus vidas. Hace veinte años, el 90% de los filipinos moría sin haber visto nunca a un médico, nos explicó la doctora June Viray, nuestra pediatra filipina para la Misión desde su fundación.

Es así que 180 pacientes pueden beneficiarse de la presencia de un dentista filipino, de la asistencia pediátrica de la doctora Viray, de la cirugía menor y consulta prenatal con Florence, una partera del Valais. Los médicos generales están muy ocupados con sus 71 pacientes entre los que se detectó un cáncer de páncreas.

La Misión remitió dos casos de hidrocefalia en niños de 3 y 1 año a hospitales del valle. Un viaje al hospital cuesta alrededor de 1,000 pesos (17 euros), que es demasiado alto para estas poblaciones extremadamente pobres. Es fácil entender por qué nos encontramos con patologías en un estado tan avanzado.

La Misión apostólica acompaña el cuidado del cuerpo. El Padre Tim es asistido por dos religiosas, su equipo de catequistas y los miembros de la Milicia de María; visita a los pacientes en la "sala de espera" para darles la medalla milagrosa, para imponerles el escapulario de Nuestra Señora del Carmen.

Anima a los cuarenta católicos, rodeados de muchísimos adeptos de las numerosas sectas protestantes, a rezar el rosario en común y a no unirse a esas "iglesias". El Padre Tim también intenta convencer a las dos madres de los pequeños con hidrocefalia para que los bauticen. Pide oraciones y sacrificios por esta intención a los voluntarios de la misión y a todos sus bienhechores.

Al caer la noche, tuvimos que hacer las maletas rápidamente, la tormenta había cortado la electricidad, dejando a la farmacia sumida en la oscuridad. Esto dificultó especialmente la distribución de los últimos medicamentos, el punto final del largo viaje que los pacientes iniciaron desde el comienzo del día.

La amenazante lluvia, a menudo torrencial, en estas regiones puede hacer intransitables los caminos. El viaje de regreso fue tan accidentado como el viaje de ida, pero acompañado por los cantos a todo pulmón de los jóvenes hacinados en los camiones de volteo. Una vigilia de exploradores itinerantes en la selva de Sarangani, que los voluntarios nunca olvidarán.

Texto enviado por nuestra corresponsal especial en Filipinas

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