Lo que dijo el Papa en la televisión italiana

Retomando las reacciones contra la declaración Fiducia Supplicans que autoriza las bendiciones a las parejas en situación irregular y a las parejas homosexuales, el Papa reconoció que a veces las decisiones no son aceptadas, pero porque no son bien entendidas. Haciéndose eco de las palabras pronunciadas en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa el verano pasado, el Papa reiteró que la Iglesia debe “bendecir a todos” y no “condenar desde el principio”.

Se trata de una labor muy importante para los confesores, a quienes Francisco reitera la invitación a “perdonar todo” y a tratar a las personas “con gran bondad”. Él mismo, según dijo, en 54 años de sacerdocio, solo ha negado una vez el perdón “a causa de la hipocresía de la persona”. Al ser cuestionado sobre el infierno, tuvo el cuidado de aclarar que su respuesta era personal y no un dogma de fe: "Me gusta pensar que el infierno está vacío. Eso me gusta. Y espero que esto sea realidad".

Sobre la guerra en curso entre Israel y Palestina, el Papa recordó que mantiene comunicación diaria con la parroquia de Gaza. "Es terrible. ¡Cuántos árabes y cuántos israelíes han muerto! Dos pueblos llamados a ser hermanos, que se autodestruyen mutuamente. Esto es la guerra: destruir", lamentó.

Refiriéndose a las armas atómicas, comentó: "Esta escalada de la guerra me asusta, porque conduce a acciones bélicas en el mundo. Cabe preguntarse cómo terminará. Con las armas atómicas de hoy, que lo destruyen todo. ¿Cómo terminaremos? ¿Como el Arca de Noé? Eso me asusta. La capacidad de autodestrucción que tiene hoy la humanidad".

El Papa habló extensamente sobre la causa de los inmigrantes. Destacó la necesidad de erradicar las mafias que los explotan y pidió a Europa que no les cierre las puertas. También recordó el derecho a permanecer en el país de origen, invitando a los europeos a ayudar a África para garantizar la permanencia de la población. "Por favor, no cierren las puertas. Lo que se necesita es una política migratoria bien pensada que resuelva el problema de los inmigrantes y elimine todas estas mafias que los explotan".

A continuación, el soberano pontífice habló de las reformas de la Iglesia. La primera a implementar es "una reforma de los corazones", insistió, antes que la de las estructuras que "deben ser preservadas, modificadas o reformadas según su finalidad". Porque es imperativo “cambiar el corazón” y limpiarlo de la malicia y la concupiscencia, “un vicio que destruye todas las relaciones”.

En conclusión, una posible dimisión "no es ni un pensamiento, ni una preocupación, ni siquiera un deseo. Esta es una posibilidad, abierta a todos los Papas, pero que por el momento no ocupa mis pensamientos, mis preocupaciones ni mis sentimientos". Para confirmar sus palabras, Francisco anunció dos viajes previstos: a Polinesia en agosto y, si es posible, a Argentina a finales de año.

Fue invitado oficialmente a Argentina mediante una carta del nuevo presidente Javier Milei: "La gente está sufriendo mucho allí. Es un momento difícil para el país. Se está evaluando la posibilidad de un viaje en el segundo semestre del año, porque ahora hay cambio de gobierno, hay cosas nuevas... Quiero ir. Diez años está bien, está bien, puedo ir allí".

Comentario: si el infierno está vacío, como a Francisco le gusta pensar…

Durante esta emisión, Francisco no tuvo miedo de declarar: “Me gusta pensar que el infierno está vacío”. En su blog del 19 de enero, Aldo Maria Valli sacó todas las conclusiones de esta declaración, de forma implacable: “Si el infierno está vacío, significa que no hay juicio. Y si no hay juicio, significa que no hay pecado. Y si no hay pecado, significa que Nuestro Señor vino al mundo para nada, porque un mundo sin pecado no tiene necesidad de redención.

"Y si Nuestro Señor Jesucristo vino para nada, significa que fundó la Iglesia para nada. Y si la fundó para nada, significa que la Iglesia no es necesaria. Y si no es necesaria, es posible abolirla con toda tranquilidad. Y si se puede abolir, ¿qué sentido tiene el Papa?" Y añade: “El Papa Bergoglio, al poner en liquidación a la Iglesia, también pone en liquidación al Papa, y por tanto a sí mismo. Se trata de un suicidio. ¿Se da cuenta de ello?"