Myanmar: la catedral de Loikaw es bombardeada y ocupada por el ejército birmano

Fuente: FSSPX Actualidad

Catedral de Cristo Rey en Loikaw, estado de Kayah

El ejército birmano atacó y ocupó la catedral de Cristo Rey en Loikaw, así como el centro pastoral contiguo que atendía a personas desplazadas que huyen de la guerra. El obispo y algunos sacerdotes también fueron obligados a abandonar el lugar.

Loikaw es la capital del estado de Kayah, situado en la región montañosa del este de Myanmar. Esta región está habitada por el pueblo Karen, en la frontera con Tailandia, una de las regiones donde se libran los combates en el marco de la “ofensiva 1027” lanzada hace unas semanas por las milicias rebeldes contra los soldados de la junta golpista.

Monseñor Ba Shwe, nombrado hace unos meses, describe dramáticamente la situación en la región: “El ejército birmano utilizó armas pesadas, aviones de combate, vehículos blindados, sistemas de defensa móviles, provocando que los residentes urbanos y rurales huyeran en diversas direcciones. Algunos huyeron al norte del estado o al estado de Shan.

“Entre los refugiados se encontraban ancianos, enfermos, discapacitados, mujeres y jóvenes que hasta hace unos días permanecían en el centro pastoral de Loikaw. Debido a la intensificación de los combates, el 11 de noviembre, alrededor de 800 personas comenzaron a llegar a la catedral de Cristo Rey. Entre los antiguos y los nuevos desplazados, el número de personas ha superado las 1,300".

Monseñor Ba Shwe continúa: “El ejército birmano intentó tomar el control de la catedral, mientras que el obispo y los sacerdotes hablaban con los generales para hacerles comprender la importancia de los lugares religiosos, pidiéndoles que respetaran al menos este lugar. Pero la noche del 26 de noviembre, proyectiles de 120 mm impactaron en el techo de la capilla y provocaron el derrumbe del techo.

“Por eso, para proteger a todos, el obispo y los sacerdotes decidieron abandonar el edificio. Y justo antes de partir, el 27 de noviembre, llegaron 50 militares y ocuparon el edificio para utilizarlo como base y lugar de refugio".

El obispo de Loikaw concluye este dramático relato dirigiéndose a los fieles de todo el mundo: "Por favor, sigan recordándonos en sus oraciones".