Obispos ecuatorianos se oponen a la eutanasia

Fuente: FSSPX Actualidad

Conferencia Episcopal de Ecuador

En un comunicado publicado el 14 de febrero de 2024, la Conferencia Episcopal de Ecuador (CEE) expresa su “profunda preocupación” y “desacuerdo” días después de que el máximo tribunal del país encomendara al ejecutivo brindar un marco legal a la eutanasia.

Según informó FSSPX.Actualidad, la Corte Constitucional de Ecuador abrió la puerta, el 7 de febrero de 2024, a una “excepción de la eutanasia” bajo ciertas condiciones: en particular, cuando un paciente sufre intensamente una patología cuyo desenlace es fatal e irreversible desde una perspectiva humana, y que su enfoque se considere suficientemente “libre” e “informado” para ser aceptado por la profesión médica.

El máximo tribunal del país está dando al gobierno unas semanas para preparar un proyecto de ley que proporcione un marco legal a una práctica hasta ahora tipificada como delito por el artículo 144 del Código Penal ecuatoriano.

Esta decisión ha sido rechazada por el episcopado del país, que no tardó en reaccionar a través de la prensa: “la vida humana es sagrada e inviolable. (…) Una sociedad que no defiende a los más débiles y vulnerables está condenada a dejarse manipular y a sufrir las peores tragedias en el futuro. Es algo diabólico pretender defender la vida dándole un marco legal a lo que sigue siendo un homicidio”, protestó la Conferencia Episcopal de Ecuador (CEE) el 14 de febrero.

En su declaración, los prelados ecuatorianos creen que se puede dudar del "consentimiento informado" de un paciente, dado que el conocimiento de la gravedad de su enfermedad generalmente lo sume en un estado de vulnerabilidad que no es un ambiente propicio para una decisión libre: en muchos casos, la elección de la eutanasia recae en realidad “en la familia, en el médico tratante e incluso en el Estado”, explican.

El episcopado ecuatoriano recuerda que el sufrimiento es parte integral de nuestra condición humana aquí en la tierra: “buscar eliminar el sufrimiento es casi como querer eliminar la naturaleza humana”.

En su comunicado de prensa, la CEE pide que se haga hincapié en los cuidados paliativos, que constituyen la única alternativa ética al suicidio asistido: "nos corresponde aliviar el sufrimiento, lo que no equivale a resignarse a lo peor, sino a aplicar una ley digna de ese nombre sobre cuidados paliativos”, considera el episcopado.

Se trata de un aspecto urgente, porque en este país -uno de los más pequeños de América Latina- las unidades de cuidados paliativos cubren apenas el 3.5% de las necesidades reales en esta área, según Viviana Araujo Lugo, presidenta de la Asociación Ecuatoriana de Cuidados Paliativos.

Por no hablar de una protección social bastante débil que reserva los cuidados al final de la vida a los pacientes más ricos, condenando a los más pobres a recurrir a la eutanasia en cuanto se apruebe y promulgue la ley.

“Esto equivale a establecer categorías entre los seres humanos: los sanos, los discapacitados, los improductivos, los pobres que no pueden acceder a una atención adecuada. Al final, se crea una forma de culpa y el sentimiento de ser una carga para la sociedad”, lamentan los prelados ecuatorianos.

“Seguiremos proclamando el evangelio de la vida”, concluye la CEE. Cuando el gobierno ecuatoriano presente su copia, y si el proyecto de ley es aprobado por el Parlamento, lo cual es más que probable, Ecuador –un estado de mayoría católica– será el segundo país de América Latina en legalizar la eutanasia.