Reforma de los seminarios: la advertencia papal a los obispos españoles

Fuente: FSSPX Actualidad

La reunión del Papa Francisco y la Curia con el episcopado español el 28 de noviembre de 2023

La reforma de los seminarios formó parte del programa de la convocatoria excepcional del episcopado español en Roma. Esto brindó la oportunidad al Papa Francisco para imponer a los prelados ibéricos su concepción “sinodal” del sacerdote del mañana. Hay rumores sobre una reforma de los seminaristas más conservadores.

Después de la meditación realizada por el cardenal Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, el 28 de noviembre, los obispos de España, respondiendo a la convocatoria excepcional del Papa Francisco, escucharon las palabras del pontífice argentino.

Oficialmente, el Papa había invitado a los obispos españoles a hablar sobre el difícil futuro de los seminarios en la Península Ibérica. El país cuenta hoy con 974 seminaristas distribuidos en 45 seminarios diocesanos: hace diez años eran 1,700. Una disminución vertiginosa que, según el Papa, hace imprescindible una reforma. ¿Pero qué tipo de reforma?

Según el comunicado de prensa posterior a la reunión, los obispos mantuvieron "una larga conversación" de más de dos horas con el obispo de Roma, que comenzó con un saludo del presidente de la Conferencia Episcopal de España, monseñor Juan José Omella, cardenal arzobispo de Barcelona. En el orden del día: la formación de los seminaristas diocesanos.

En el medio religioso Vida Nueva, los prelados ibéricos evocaron el “buen ambiente” en el que se desarrolló la reunión “sin levantamientos de voz ni enfrentamientos”. Esto no significa que no se hayan dado advertencias a los obispos: la convocatoria extraordinaria de todo un episcopado al Vaticano nunca es intrascendente, y no era necesario alzar la voz para transmitir el mensaje.

El Papa Francisco no quiso pronunciar un discurso, sino que prefirió posicionarse como oyente, instando a los obispos españoles a compartir sus preocupaciones sobre el tema en cuestión. “Adelante, esta es la oficina de quejas”, dijo Francisco al inicio del intercambio, para romper el hielo.

“El Papa es una persona inteligente; quien crea que nos ha dicho que todo está bien, dándonos una buena palmadita en la espalda, estaría cometiendo un error de análisis”, explicó uno de los prelados presentes.

“Nos ha pedido tener sacerdotes listos para salir a las calles y a las periferias, y la observación es que esto no corresponde al perfil actual de los jóvenes que recibimos en nuestros seminarios, no debemos engañarnos”, comentó otra voz episcopal.

Un plan de acción para una situación de crisis

Tras la partida del Romano Pontífice, los responsables del Dicasterio para el Clero tomaron el relevo y abordaron el meollo de la cuestión: se entregó a los prelados un expediente de doce páginas con una serie de recomendaciones destinadas a resolver la crisis de los seminarios.

Un documento no comunicado a la prensa, pero que consistiría, según varias declaraciones episcopales, en un plan de acción que marcaría el rumbo para 2026, ofreciendo en particular la posibilidad de fusionar los seminarios para tener un mayor número de formadores con el perfil adecuado, deseado por el Papa Francisco en cada casa.

¿Habrá una “cacería de brujas” para algunos de los seminaristas más conservadores? No se puede excluir nada, ya que se recordó al episcopado ibérico que en adelante debe formar “hombres capaces de crear comunión, sacerdotes que vivan la sinodalidad de la Iglesia”.

Al ser entrevistado por Vida Nueva sobre los recurrentes reproches del Papa debido al "escándalo" de los jóvenes sacerdotes que portan en la iglesia "la sotana y el alba de encaje", monseñor Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid y presidente del subcomité episcopal para los seminarios, admitió que este tema había sido efectivamente puesto sobre la mesa por el pontífice argentino.

Finalmente, cabe señalar que la inusual convocatoria por parte del Papa de todo un episcopado en Roma para imponer un proyecto de reforma decidido sin consulta, constituye un enfoque que no podría ser más vertical, yendo en contra del proceso sinodal alentado por el Papa. Es evidente que el oxímoron está lejos de ser una especie en peligro de extinción en los arcanos de la Curia.