Rusia: los obispos católicos de Rusia rechazan Fiducia supplicans

Las cuatro diócesis católicas latinas son la arquidiócesis de Nuestra Señora de Moscú, la diócesis de San José en Irkutsk, la diócesis de la Transfiguración en Novosibirsk y la diócesis de San Clemente en Saratov. También hay católicos de rito bizantino adscritos a la Iglesia greco-católica rusa.

En el informe firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Paul Pezzi, arzobispo de Moscú, dedican un largo párrafo a la Declaración Fiducia supplicans. Los obispos hacen hincapié en los “malentendidos que han surgido respecto” de esta Declaración.

Por este motivo, la CCER "ha considerado necesario subrayar que la enseñanza católica sobre la familia y el matrimonio permanece inalterada" y explican que "solo un hombre y una mujer unidos en matrimonio forman, con sus hijos, una familia".

Por la misma razón “la Iglesia considera que tiene una responsabilidad particular en sostener y fortalecer el matrimonio y la familia como comunidad privilegiada y célula primaria de la sociedad (ver Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2002-2009)”. Y la Iglesia “bendice y brinda atención pastoral a las uniones matrimoniales y las familias”.

Continuando con su explicación, la carta señala que “la Iglesia no ha rechazado ni rechaza la oración de intercesión para las personas en diversas situaciones”; esta oración pide “la gracia de Dios necesaria para la conversión, el fortalecimiento de las buenas intenciones, el inicio o la continuación del camino de justicia”.

Finalmente llega la conclusión: "Para evitar tentaciones y confusiones, la CCER llama la atención sobre el hecho de que la bendición de cualquier tipo para parejas que viven en relaciones irregulares – cohabitación, bigamia, homosexualidad – es inaceptable".

Una negativa completamente previsible

No era difícil predecir esta negativa por parte de los obispos católicos de Rusia, al menos por dos razones. La primera: la legislación implementada en el país contra el movimiento LGBT, en particular por el gobierno de Putin, y el rechazo bastante significativo de la sociedad civil. La segunda: la condena de Fiducia supplicans por parte de los ortodoxos rusos.

Es bastante evidente que los católicos no podían hacer menos, so pena de ser señalados y exponerse a las protestas de los fieles, en un país donde el catolicismo es muy minoritario.

Los obispos concluyen pidiendo a los fieles que recuerden su deber cívico en vísperas de las elecciones presidenciales en la Federación de Rusia.