Según Monseñor Bätzing, el catecismo debe modificarse

Fuente: FSSPX Actualidad

De monaguillas a diaconisas, ¿y luego a sacerdotisas?

Siguiendo la táctica de bombardear y ocupar el terreno, que vemos implementada en la guerra que se desarrolla ante nuestros ojos, el presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania (DBK), monseñor Georg Bätzing, ha declarado su deseo de modificar la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad.

Monseñor Bätzing, obispo de la diócesis de Limburgo, concedió una entrevista al periódico Bunten el jueves 3 de marzo de 2022. Allí se pronunció a favor de una revisión de la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad: "Tenemos que modificar parcialmente el catecismo", declaró. 

Ante la pregunta del periodista, monseñor Bätzing coincide con este último en que "nadie" se adhiere a la enseñanza de la Iglesia según la cual la sexualidad debe practicarse solo dentro del matrimonio: "Es verdad. Y tenemos que modificar un poco el catecismo sobre este tema". Y añade lo que serviría de argumento para esto: "El sexo es un don de Dios y no un pecado".

Lo que le permite responder a la pregunta: ¿se permiten las relaciones entre personas del mismo sexo? "Sí", afirma, "es aceptable si se hace de forma fiel y responsable. Esto no afecta la relación con Dios". Y pone un ejemplo: "Jens Spahn es un buen católico".

* Jens Spahn: político alemán, miembro del CDU, elegido para el Bundestag desde 2002. Fue Ministro de Salud. De fe católica, vive con Daniel Funke, periodista del diario Bunten.

Monseñor Bätzing añade, con respecto a las personas que trabajan para la Iglesia: "Nadie debería tener miedo de perder su trabajo debido a su sexualidad. Cómo viven las personas su intimidad personal no es asunto mío", concluyó.

Una falacia de primer orden

Como señala Martin Brüske, profesor de la Universidad de Friburgo en Suiza, en una entrevista con CNA Deutsche, el argumento de monseñor Bätzing es una falacia (muy) burda: "Georg Bätzing implica que el catecismo, y por lo tanto la tradición de la Iglesia, dicen que la sexualidad es un pecado. Pero, ¿dónde se encuentra tal afirmación en el catecismo o en la tradición de la Iglesia?"

Por el contrario, la Iglesia siempre ha considerado errónea tal visión. Es necesario recordar las batallas de los Padres y teólogos contra todos aquellos que condenaban la sexualidad, como los maniqueos o los cátaros. San Agustín y Santo Domingo, por nombrar solo algunos, se opusieron enérgicamente al sofista de Limburgo.

El profesor Brüske continúa acertadamente: "Al contrastar esta falacia con su segunda afirmación, según la cual la sexualidad es un don de Dios, sin restricciones, toda la cuestión queda completamente fuera de la moralidad. Ya no es necesario distinguir la forma en que se practica la sexualidad".

Al contrario, debemos recordar que la Iglesia siempre ha ordenado la sexualidad al amor conyugal entre un hombre y una mujer. La posición de monseñor Bätzing justifica la teoría del deseo, según la cual todo deseo sexual, siempre que se experimente de forma "fiel y responsable", es moral.

El fin del celibato obligatorio y la ordenación de mujeres

Monseñor Bätzing también se pronuncia a favor de poner fin al celibato obligatorio. "Los sacerdotes deben poder vivir el matrimonio y la familia; esto no es anticristiano. Es simplemente inusual".

De manera similar, el prelado puede muy bien imaginarse a "las mujeres ingresando al ministerio ordenado, siendo las diaconisas un primer paso. (…) La tradición según la cual siempre debe ser un hombre ya no se sostiene, puedo sentirlo en nuestras comunidades. Necesitamos la fuerza de las mujeres".

En esta segunda propuesta, ya no se trata de cambiar una disciplina que data de los Apóstoles, sino de ir contra la fe. Pero a monseñor Bätzing no le importa eso. Y Roma sigue en silencio...