Miles de lugares de culto cerrados en Ruanda

Fuente: FSSPX Actualidad

Por orden de una directiva del gobierno, 8,000 iglesias, principalmente salas pentecostales o templos protestantes, han sido cerradas en Ruanda desde inicio del año 2018.

La excusa es que no cumplen con los requisitos de higiene y seguridad necesarios para el ejercicio de sus actividades.

Según el presidente de la República, Paul Kagame, su país no necesita tantos lugares de culto: "No creo que tengamos tantos pozos. ¿Tenemos tantas fábricas como tenemos iglesias? ¡Esto se ha convertido en un desastre!" declaró el Jefe de Estado de Ruanda el pasado mes de abril.

Hay varias razones detrás de la renuencia de Ruanda con respecto al culto cristiano - al cual pertenece el 90% de la población. La más importante es la multiplicación de sectas protestantes sin control que rechazan cualquier noción de jerarquía y que son la principal causa de esta proliferación que no está exenta de intereses mercantiles.

Para poder contrarrestar esta proliferación, Judith Uwizeye, una ministro del gabinete del Presidente Paul Kagame, presentó al Parlamento un proyecto de ley que exige a los ministros de los distintos cultos tener un diploma de escuela secundaria y un certificado en estudios religiosos. Otro de los objetivos de este proyecto es prohibir que los miembros del clero acusados de genocidio, discriminación u otras prácticas sectarias prediquen en público. Estas medidas se dirigen especialmente a la "Iglesia Luterana de Ruanda" y a Patmos, una congregación pentecostal.

Pero a fin de cuentas, la Iglesia Católica, con su estructura jerárquica y unificada, es la que tendrá que recoger los pedazos rotos de una situación religiosa caótica que es principalmente culpa del protestantismo.

Cristo fundó una sola Iglesia. Como dijo San Pablo a los Efesios: "Sólo hay un cuerpo y un espíritu, como también una sola esperanza. Sólo un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos" (Ef. 4). El Hijo de Dios únicamente dijo a Pedro y sus sucesores estas palabras: "Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia" (Mt. 16:18).