“El Papa no está autorizado por Cristo para acosar a los buenos obispos”

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal Gerhard Müller, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, defendió a Monseñor Joseph Strickland, obispo de Tyler: "Lo que se le está haciendo a Monseñor Strickland es terrible, es un abuso de autoridad contra el derecho divino del episcopado".

Ante los crecientes rumores de que la Santa Sede podría pedir la dimisión de Monseñor Joseph Strickland, el cardenal alemán no se anduvo con rodeos: "Si pudiera dar un consejo a Monseñor Strickland, es que definitivamente no debería dimitir, porque entonces podrían lavarse las manos". 

El cardenal recuerda que "un obispo no puede ser destituido de sus funciones por el Papa, conforme a las exigencias de la justicia, a menos que sea culpable de un acto reprobable, por ejemplo, la pseudobendición de personas de dos sexos distintos o de un solo sexo en relaciones extramatrimoniales, lo que ofende a Dios y priva a las personas de su salvación".

También advirtió: "La destitución arbitraria del obispo de una diócesis en la que el obispo es nombrado por Cristo mismo como su pastor socava la autoridad del Papa, como ocurrió históricamente con el abuso indigno de la función bajo el papado de Aviñón".

A quienes piensan que el Papa es un monarca absoluto cuyos deseos tienen valor de ley, el cardenal alemán recuerda:

"Según la doctrina católica, el Papa no es el Señor de la Iglesia, sino solo, como vicario de Cristo para la Iglesia universal, el primer siervo de su Señor, quien tuvo que decir a Simón Pedro, recién nombrado piedra angular de la Iglesia: "Apártate de mí, Satanás, que me escandalizas, porque no tienes conocimiento ni gusto de las cosas de Dios, sino de las de los hombres" (Mt 16,23).

Y el prelado añade: "El Papa no tiene la autoridad de Cristo para acosar e intimidar a los buenos obispos siguiendo el ejemplo de Cristo, Buen Pastor, (…) solo porque falsos amigos denuncian a estos buenos obispos ante Francisco como enemigos del Papa, mientras que los obispos heréticos e inmorales pueden hacer todo lo que quieren, y cada día acosan a la Iglesia de Cristo con un absurdo más".