A partir de hoy, un registro en línea recopila información sobre todo el clero católico, protestante y musulmán "que ha sido reconocido conforme a la ley". Esta operación fue presentada por la Administración Estatal de Asuntos Religiosos (SARA) como una "apertura" en la gestión de los asuntos religiosos y un servicio a los fieles para desenmascarar a los "estafadores".
Aunque este servicio solo es accesible identificándose mediante el número de teléfono, en realidad es un instrumento adicional de control de la actividad religiosa en China. Y al mismo tiempo un medio para desacreditar a los sacerdotes de las comunidades clandestinas que, en conciencia, se oponen al registro en los organismos oficiales controlados por el Partido Comunista Chino (PCCh).
El registro, en vigor desde el 23 de mayo, es una herramienta similar a la introducida el 22 de febrero para verificar la identidad de los monjes budistas y taoístas. La identidad de los religiosos se puede verificar tanto en el sitio web de SARA como en los de la Asociación Patriótica Católica China (ACPC) y organizaciones similares para comunidades protestantes y musulmanas.
Cuando se busca a un religioso en la aplicación, se abre un expediente que contiene una fotografía, además de datos personales, título religioso y número de registro oficial. El uso de aplicaciones como una herramienta adicional para controlar la actividad religiosa en China es una estrategia muy útil.
Cabe recordar que, en Henan, los creyentes de todas las religiones están obligados a registrarse para asistir a los servicios religiosos: esto se aplica a las iglesias y mezquitas, así como a los templos budistas. Deben llenar un formulario disponible en la aplicación "Smart Religion", desarrollada por la Comisión Provincial de Asuntos Étnicos y Religiosos.
Este formulario requiere datos como nombre, número de teléfono, cédula de identidad, residencia permanente, profesión y fecha de nacimiento.
Con respecto a la prevención del "fraude" por parte de "falsos clérigos", China Aid informó recientemente del caso de tres mujeres cristianas, Li Bingrong, Xie Lihong y Huang Qiuyan, arrestadas bajo sospecha de "fraude" en la ciudad de Suining, provincia de Sichuan.
Según los informes, las tres trabajaban para un banco y simplemente ayudaban a depositar y transferir donaciones para una organización cristiana. La acusación de fraude es una faceta de la persecución contra las "iglesias en casa", es decir, comunidades evangélicas que no están registradas oficialmente.
Los funcionarios del partido comunista hacen esta acusación contra muchos pastores y creyentes laicos para limitar la actividad religiosa fuera de las comunidades "oficiales". Resulta que el PCCh y la ACPC son los autoproclamados guardianes de la rectitud del ejercicio de la religión y el culto...
Sin embargo, esta es solo una de las facetas de la sinización por la que la religión debe estar enteramente en manos del gobierno y del Partido: dado que "la religión es el opio del pueblo", según Karl Marx, conviene que sea el Partido el que alimenta las pipas de los sueños, y que ningún ciudadano chino sueñe fuera de la estricta observancia comunista.
