El domingo 28 de abril de 2019, después de un largo viaje (20 horas de espera en el aeropuerto de Estambul para nuestros amigos moldavos, ¡dos o tres días de viaje para algunos!...), todos los voluntarios de la Misión Rosa Mystica se reunieron en General Santos (Mindanao) para la misa dominical. A la sombra de su gran iglesia, confiaron su Misión a Nuestra Señora, la Rosa Mística, que los cubría bajo su manto azul. Así, en una manera muy simbólica, el pintor del fresco quiso representar a la Misión.
La consagración a la Inmaculada de todos los participantes en esta hermosa labor, iniciada hace 13 años por el Dr. Jean-Pierre Dickès, fue el primer acto después de la Misa.
Después de reunirse en el gran gimnasio de la ciudad de Polomolok, al lado de General Santos, todos caminaron detrás de la estatua de Nuestra Señora en procesión, con el alcalde a la cabeza, a través de las calles llenas de gente, ruidos y actividad. Muchos transeúntes se detuvieron a saludar a Nuestra Señora o se consagraron ellos mismos. La participación en la Misión de las autoridades municipales y asociaciones locales no deja de asombrar a nuestras mentes occidentales acostumbradas a la "neutralidad" laica y obligatoria...
Armados con estas gracias espirituales, los voluntarios podrán, después de un merecido descanso, recibir a los pobres y enfermos para ofrecerles, con la mayor generosidad posible, el cuidado y la compasión que se les debe.
En las fotografías se puede ver:
Fotos 1 y 2: Procesión por las calles de Polomolok.
Foto 3: La alcaldesa de Polomolok, de rodillas, pronunciando la consagración de la Misión y todos sus miembros a la Inmaculada.
Foto 4: Los voluntarios de la Misión Rosa Mystica.
Foto 5: El fresco de la Iglesia de General Santos que representa a la Virgen María cubriendo a los fundadores de la Misión bajo su gran manto.
Foto 6: El Padre Tim Pfeiffer predicando.