
La causa para la beatificación de Isabel la Católica ha vuelto a ocupar los titulares de las noticias religiosas, ya que el soberano pontífice pidió a los obispos españoles retomar el archivo de una reina cuya historia fabricada solo quisiera recordar el decreto de expulsión de los judíos de España en 1492.
¿Acaso el Papa Francisco tiene una devoción particular por Isabel la Católica? Por lo menos, según informó el 22 de abril de 2020 el periódico español Religión Digital, el Santo Padre se ha involucrado personalmente en el proceso de beatificación de la monarca española, que murió hace más de cinco siglos.
El cardenal Antonio Canizares Llovera, arzobispo de Valencia confirmó esta noticia: "El Papa nos pidió que retomemos la causa para la beatificación de Isabel la Católica en la última asamblea de la Comisión Pontificia para América Latina". Monseñor Canizares precisó que el proceso de la reina Isabel podría incluso acelerarse, dado el contexto de distensión con... el judaísmo: "Espero que podamos avanzar muy pronto, las relaciones con los judíos, principalmente con aquellos que se oponen a la canonización, son muy buenas en este momento", señaló. Esta es una admisión de la interferencia escandalosa en los asuntos de la Iglesia por parte de ciertas autoridades, visiblemente capaces de bloquear, o desbloquear, una canonización.
Introducida en 1958, la causa de Isabel de Castilla se detuvo en 1991, un año antes de la conmemoración del quinto centenario del descubrimiento del Nuevo Mundo, debido al papel que desempeñó en la expulsión de los judíos de España.
Esta decisión de la Reina de España, tomada el 31 de marzo de 1492, se produjo en el contexto político de la unidad española que debía construirse en una península finalmente liberada después de varios siglos de ocupación islámica. El último bastión, Granada, acababa de caer el 2 de enero de 1492, marcando el fin de la Reconquista. Esta reconquista estaba basada en la verdadera fe, e Isabel lógicamente quería extender esta fe para completar la empresa. Era necesario forjar la unidad del reino.
Alentada por su confesor, el Dominico Torquemada, de ascendencia judía, Isabel esperaba una oleada de conversiones masivas. Obtuvo una serie de éxitos después de algunas campañas misioneras y disputas teológicas que lograron la conversión de muchos judíos. El rabino y consejero de la corte, Abraham Senior, de 81 años, se bautizó en Valladolid el 31 de marzo de 1492; Isabel y su esposo, Fernando II, fueron sus padrinos.
En este contexto, un hecho era evidente para Isabel, que ella tradujo en un proyecto político: era en la fe católica donde se debía lograr la unidad de España. Así, la expulsión de los judíos en 1492 guarda relación con la de los moriscos por Felipe III en 1609, o la de los musulmanes por Carlos V, en 1525.
Lejos de que esto constituya un signo de "antisemitismo" u odio a los musulmanes, estos decretos son, sobre todo, fruto de una visión política en la que la fe divina se considera el único baluarte contra una desintegración siempre amenazante.
Antes de llegar al escritorio del Papa, el archivo de Isabel la Católica deberá pasar nuevamente por las horcas caudinas de la Congregación para la Causa de los Santos.