En Hong Kong, Beijing aumenta la presión sobre la Iglesia

Enero 12, 2022
Origen: fsspx.news
Catedral de Hong Kong, rodeada por edificios vecinos, igual que los católicos están rodeados por la política de sinización

La sinización y la opinión de Xi Jinping sobre la religión fueron temas que figuraron en la agenda de un encuentro organizado al más alto nivel entre los representantes católicos de la República Popular China y los de Hong Kong, cuya libertad de acción parece reducirse drásticamente con el paso de los meses.

El encuentro se celebró con la máxima discreción, el 31 de octubre de 2021. No se había filtrado ninguna información hasta ahora, porque en la tierra de Confucio el silencio sigue siendo una virtud muy preciada.

Fue solo unas horas antes de la llegada del 2022 que varios sacerdotes de Hong Kong decidieron denunciar los hechos, revelando la llegada, a la ex colonia británica, de obispos de China continental con el objetivo de "mantener informado" al clero local sobre la "visión de la religión del presidente Xi Jinping". 

Los sacerdotes que asistieron a este encuentro sin precedentes lo describen como "la acción más arriesgada de Beijing hasta ahora, para tratar de ejercer su influencia sobre la diócesis de Hong Kong", aunque se supone que depende sobre todo de la Santa Sede.

Aunque los líderes católicos de Hong Kong se han reunido individualmente con sus homólogos del continente en el pasado, esta es la primera vez que las dos partes se reúnen a tal nivel, por iniciativa de la República Popular China.

Esta reunión de un día de duración, fue transmitida en vivo, vía Zoom, por miembros de la Oficina de Enlace del Gobierno Central de Beijing en Hong Kong, la entidad que encarna la creciente autoridad del Partido Comunista de China (PCCh) en la ciudad portuaria.

Cuando Reuters cuestionó al respecto a la portavoz de la diócesis de Hong Kong, Susanne Ho, esta dijo que la diócesis "no suele revelar detalles de sus reuniones privadas", mientras que la Oficina de Enlace ni siquiera se dignó a hacer un comentario.

Sin mencionar nunca el nombre de Xi Jinping, ni emitir instrucciones desde Zhongnanhai -la nueva Ciudad Prohibida-, los participantes del encuentro desarrollaron la idea según la cual la política de "sinización", que está en marcha en el continente, es una forma de inculturación en consonancia con lo que la Iglesia católica y la Santa Sede abogan en este ámbito. Xi Jinping y Mateo Ricci, libran prácticamente la misma batalla...

Uno de los sacerdotes presentes expresó su opinión: "parecía que esto era solo un primer paso, y no querían ser demasiado agresivos, pero todos sabemos lo que hay detrás del término 'sinización', tanto que no era necesario dar más detalles".

"La sombra de Xi Jinping se cernía sobre la reunión"

Así lo afirmó un segundo sacerdote contactado por Reuters. Y con razón: paralelamente, el presidente chino dijo desde Beijing que "el PCCh debería dedicar en adelante gran parte de su acción a la sinización de las religiones, para unir al mayor número de creyentes posible en torno al Partido y al gobierno".

La reunión fue presidida por el cardenal John Tong, quien todavía era, al 31 de octubre, el administrador apostólico de la diócesis.

También estuvieron presentes el obispo electo de Hong Kong -pero aún no consagrado en esa fecha-, monseñor Stephen Chow, y el Padre Peter Choy, cercano al régimen de Xi Jinping.

Un hecho interesante, según lo informado por testigos, es que el nuevo obispo de Hong Kong asistió a la reunión solo brevemente, sin estar presente en la apertura ni en la clausura. Un servicio mínimo con el fin de garantizar probablemente cierto margen de acción en un futuro que dista mucho de ser prometedor.

Uno de los testigos de la reunión señaló: "La presión se hace más fuerte; vamos a tener que ser más listos que nunca para resistir". En Hong Kong, las nubes se acumulan en un cielo cada vez más rojo.