
Los obispos escoceses protestaron contra una petición presentada en el parlamento que busca despenalizar el aborto en todo el país.
En Escocia, el derecho al aborto no está sujeto al mismo marco legal que en Inglaterra y Gales: el aborto sigue siendo considerado en este lugar como un crimen por la Common law crime of procuring an abortion. Sin embargo, esto no protege el derecho a la vida.
Debido a que el derecho penal escocés es significativamente diferente del derecho penal inglés, los jueces escoceses se basan principalmente en la intención maliciosa (maldad) para catalogar una infracción de la ley. Sin embargo, los médicos que realizan un aborto rara vez van tan lejos.
En la práctica, en Escocia, al igual que en Inglaterra y Gales, las mujeres embarazadas actualmente pueden abortar hasta la semana 24 de embarazo, pero esto no parece ser suficiente para los feroces grupos de presión contra el derecho a la vida.
Poco antes de la Pascua de 2023, se presentó en el Parlamento escocés una petición en la que se pedía la despenalización total del aborto. Como era de esperar, superó rápidamente la marca de 1,500 firmas necesarias para su revisión. Tal despenalización, que no es otra cosa más que promover el infanticidio, es propugnada por la OMS.
Asimismo, los obispos católicos escoceses no tardaron en dar un paso al frente denunciando un proyecto que, de aprobarse, convertiría a Escocia en uno de los países más permisivos en este ámbito, dado que la mayoría de los países de la Unión Europea (UE) no amplían la posibilidad del aborto más allá de las doce semanas.
"Las estadísticas confirman que las mujeres que viven en las zonas más desfavorecidas de Escocia tienen el doble de probabilidades que otras de recurrir al aborto", recuerdan los obispos escoceses que insisten en el hecho de que "el Estado tiene la obligación de apoyar a las mujeres y familias que se encuentran en circunstancias tan difíciles y que sienten que no tienen otra opción".
El episcopado escocés señaló la importancia de crear una conciencia real sobre la gravedad del aborto: "Todo aborto implica la pérdida de una vida humana inocente. Hacemos un llamado al parlamento y al gobierno de Escocia en los términos más enérgicos posibles para que reconozcan la realidad del aborto, que siempre es fatal para el niño por nacer".
Para evitar que el país se vea arrastrado a la funesta espiral de la despenalización absoluta del aborto, la Conferencia Episcopal de Escocia llamó a los parlamentarios a "promover soluciones alternativas al aborto" y "defender la igualdad de los derechos" entre el niño por nacer y cualquier otro ser humano.
¿Será suficiente esta postura para cambiar la agenda de los defensores de la cultura de la muerte? Sin embargo, según las autoridades sanitarias escocesas, el número de abortos en Escocia se mantiene estable, poco menos de 14,000 al año, lo que supone una tasa de abortos de alrededor del 13.4 % por mujer de 15 a 44 años. Una tasa inferior a la de Francia (14.9% en 2021).