
Como es habitual, durante su viaje apostólico a Hungría, el Papa Francisco se reunió con los jesuitas del país. La entrevista fue publicada por La Civilta Cattolica: Francisco cuestionó notablemente el "restauracionismo" y justificó el motu proprio Traditionis custodes, invocando a San Vicente de Lérins.
Durante la entrevista, los jesuitas presentes le hicieron siete preguntas al Papa, en torno a la pastoral juvenil, la formación de los jóvenes jesuitas, los abusos y los jesuitas argentinos encarcelados en 1976. La siguiente pregunta fue sobre el Concilio Vaticano II:
El Concilio Vaticano II habla de la relación entre la Iglesia y el mundo moderno. ¿Cómo reconciliar la Iglesia y la realidad que ya ha superado a la modernidad? ¿Cómo encontramos la voz de Dios sin dejar de amar nuestro tiempo?
Francisco: "No puedo responder a esto teóricamente, pero sé que el Concilio todavía está en proceso de aplicación. Se dice que es necesario un siglo para asimilar un Concilio. Y sé que la resistencia a sus decretos es terrible.
"Hay un apoyo increíble al restauracionismo, lo que yo llamo 'indietrismo' (atraso), como dice la Carta a los Hebreos (10:39): 'Pero nosotros no somos de los que retroceden'. – Cabe señalar que este texto de San Pablo se cita de manera muy inexacta, ya que San Pablo se refiere a los que apostatan, dan marcha atrás –o se retiran – es decir, "abandonan la fe".
"El fluir de la historia y de la gracia va desde las raíces hacia arriba, como la savia de un árbol que da fruto. Pero sin este flujo, no somos más que momias. Retroceder no preserva la vida, nunca. Debemos cambiar, como escribió san Vicente de Lérins en su Commonitorium, señalando que también el dogma de la religión cristiana progresa, se consolida con los años, se desarrolla con el tiempo, se profundiza con la edad.
"Pero este es un cambio de abajo hacia arriba. El peligro hoy es el indietrismo, la reacción contra la modernidad. Es una enfermedad nostálgica. Por eso he decidido que ahora es obligatorio obtener primero la autorización para celebrar según el Misal de 1962 para todos los sacerdotes recién consagrados".
"Después de todas las consultas necesarias, tomé esta decisión porque vi que las buenas medidas pastorales puestas en marcha por Juan Pablo II y Benedicto XVI fueron utilizadas de manera ideológica, provocando un retroceso. Era necesario acabar con este indietrismo, que no formaba parte de la visión pastoral de mis antecesores".
El Commonitorium de San Vicente de Lérins (escrito en 434)
Recordemos lo que dice: "II. 5. En la Iglesia católica hay que poner el mayor cuidado para mantener lo que ha sido creído en todas partes, siempre y por todos. Esto es lo verdadera y propiamente católico. (...) 6. Esto se conseguirá si nosotros seguimos la universalidad, la antigüedad, el consenso general.
"Seguiremos la universalidad, si confesamos como verdadera y única fe la que la Iglesia entera profesa en todo el mundo; la antigüedad, si no nos separamos de ninguna forma de los sentimientos que notoriamente proclamaron nuestros santos predecesores y padres; el consenso general, por último, si, en esta misma antigüedad, abrazamos las definiciones y las doctrinas de todos, o de casi todos, los obispos y doctores.
III. 1. ¿Cuál deberá ser la conducta de un cristiano católico, si alguna pequeña parte de la Iglesia se separa de la comunión en la fe universal? - No cabe duda de que deberán anteponer la salud del cuerpo entero a un miembro podrido y contagioso. 2. Pero, ¿y si se trata de una novedad herética que no está limitada a un pequeño grupo, sino que amenaza con contagiar a la Iglesia entera? -En tal caso, el cristiano deberá hacer todo lo posible para adherirse a la antigüedad, la cual no puede evidentemente ser alterada por ninguna nueva mentira".
¡Para el Papa Francisco, obviamente, San Vicente de Lérins sería un indietrista!