La congregación Propaganda Fide cumple 400 años de existencia

Enero 19, 2022
Origen: fsspx.news

El 6 de enero de 1622, fiesta de la Epifanía, el Papa Gregorio XV fundó un superministerio especialmente dedicado a la conversión de los infieles en los nuevos mundos conquistados por los grandes exploradores católicos de los siglos XV y XVI.

Cuatrocientos años después, más de mil circunscripciones eclesiásticas dependen de un dicasterio que sigue siendo fundamental en el organigrama de la Santa Sede, a pesar de los embates contra la evangelización, a raíz de las reformas posconciliares.

La idea había germinado primero en la mente del Papa Gregorio XIII, quien había decidido formar una comisión en torno a tres cardenales -Caraffa, Medici y Santorio- para promover la unidad entre Roma y los cismáticos orientales llamados "ortodoxos".

Pero fue el 6 de enero de 1622 cuando Gregorio XV tuvo que dar un paso más, y decidió fundar un nuevo ministerio romano dedicado a la propagación de la fe en los territorios recién descubiertos.

Pocos días después de esta histórica decisión, los trece cardenales que formaban la base de la sagrada Congregación Propaganda Fide, se reunieron el 14 de enero de 1622 en la residencia del nuevo prefecto, Antonio Sauli.

Los altos prelados escribieron entonces apresuradamente, a la luz de las velas, una carta instando a los diversos representantes de la Santa Sede en los territorios de misión a enviar al nuevo dicasterio romano un informe detallado sobre la situación de la verdadera religión en sus respectivos territorios, y proponer medios concretos para propagar el Evangelio.

Unos meses más tarde, el Papa publicó la bula Inscrutabili divinae Providentiae arcano, en la que recordaba solemnemente el plan de trabajo de Propaganda Fide: "emplear todo su cuidado, todo su esfuerzo, para llevar las almas a Cristo".

Al mismo tiempo, la Congregación recibió el poder de decisión necesario para asegurar la celeridad y eficacia requerida para su deber de evangelización.

En 1627, el Papa Urbano VIII continuó la obra de su predecesor fundando el Colegio Urbano de Propaganda Fide, destinado a la formación del clero secular para las misiones, y la Imprenta Políglota, destinada a imprimir textos sagrados o magisteriales en las diferentes lenguas de los pueblos a evangelizar.

La Congregación se estableció rápidamente en el Palazzo Ferratini, donado por Juan Bautista Vives, al sur de la Plaza de España. En el desarrollo de este importante conjunto arquitectónico participaron dos de las figuras artísticas más destacadas de la Roma barroca: el escultor Gianlorenzo Bernini y el arquitecto Francesco Borromini.

Al igual que el Palazzo Propaganda Fide, la Congregación ha sufrido los embates del tiempo, especialmente los del aggiornamento conciliar. En 1967, el dicasterio cambió su nombre convirtiéndose en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y empezó a propagar un falso ecumenismo.

A pesar de todo, el dicasterio fundado en enero de 1622 sigue siendo uno de los más poderosos en el organigrama de la Santa Sede: tiene bajo su responsabilidad los territorios de misión, es decir, un tercio muy grande de las diócesis del mundo, y gestiona los importantes fondos recaudados para las Obras Misionales Pontificias. La Congregación para la Evangelización de los Pueblos es tan importante que su prefecto, que siempre porta la púrpura cardenalicia, se ha ganado el sobrenombre de "papa rojo".

Desde el 8 de diciembre de 2019, el arzobispo de Manila (Filipinas), el cardenal Luis Antonio Tagle, fue designado por el Papa Francisco para presidir la Congregación. Promotor de la colegialidad episcopal introducida por el Concilio Vaticano II, y sobre la cual escribió su tesis, reformador que sigue la misma línea del actual pontífice romano, el alto prelado filipino puede ser ahora electo como futuro Papa...