La Cuaresma en medio de bombardeos en la nunciatura de Kiev

Marzo 09, 2022
Origen: fsspx.news
Monseñor Visvaldas Kulbokas

Mediante una llamada telefónica con el Servicio de Información Religiosa de la Conferencia de Obispos de Italia (SIR), monseñor Visvaldas Kulbokas confirmó su deseo de permanecer en la nunciatura de Kiev (Ucrania) para estar más cerca de los cristianos y dar testimonio de la presencia de la Iglesia en una ciudad sitiada.

Mientras que casi todas las cancillerías han decidido trasladar sus embajadas más al oeste, ante el avance de la ofensiva rusa, monseñor Visvaldas Kulbokas desea quedarse cerca de aquellos que están sufriendo.

Cuando se le preguntó la razón de su decisión, el prelado respondió: "porque no somos solo una embajada. Aquí, represento al Papa en Ucrania, pero también al pueblo. (…) No solo tengo la posibilidad sino también el deber de estar cerca de las personas. Así que mi lugar está aquí".

Una presencia tanto más valiente cuanto que la situación continúa deteriorándose en la capital ucraniana: el nuncio, en compañía de un personal limitado, dos colaboradores y algunos religiosos, logró almacenar algunos alimentos antes del asedio de la ciudad.

"Tenemos comida y agua por algún tiempo, pero ciertamente no mucho. El problema de la grave crisis humanitaria ya está surgiendo para algunos y con los días se extenderá a toda la ciudad de Kiev pero también a Kharkiv, Odessa, Mariupol, Kherson, donde la situación es similar", advirtió monseñor Kulbokas.

Más allá de los problemas relacionados con la comida, los bombardeos han cambiado radicalmente la vida en la nunciatura: "Para poder descansar, hemos identificado los lugares que consideramos relativamente más protegidos que otros, en caso de un ataque con misiles. Por tanto, dormimos en los colchones que colocamos en el suelo. También celebramos la Misa en el lugar que nos parece más seguro", precisó el prelado.

Con sensatez, el nuncio reconoce que si "viéramos que es humanamente imposible quedarnos, se plantearía la cuestión (de marcharnos) pero de momento no nos moveremos", porque estando aquí "podemos sentir el drama de aquellos que sufren los disparos, el frío, el peligro, las heridas e incluso la muerte".

Monseñor Kulbokas concluyó la entrevista hablando sobre los grandes medios de los que dispone: "la oración que nos une a Dios y nos hace ser hermanos nuevamente en Él, atentos unos a otros, solidarios, misericordiosos, justos, correctos, llenos de respeto y de amor. Y cuando Dios nos ve así, no puede permanecer indiferente y no regalarnos la paz".