
En una acción conjunta, varias personas que trabajan para la Iglesia revelaron su homosexualidad en un sitio web y como parte de un documental de televisión. Un total de 125 personas "salieron del armario" al mismo tiempo en la Iglesia católica alemana, el 24 de enero de 2022.
Las personas que participaron en esta acción trabajan a tiempo completo o son voluntarias para la Iglesia. La iniciativa se llama #OutInChurch - por una Iglesia sin miedo".
Sin despidos debido a la orientación sexual
Estos católicos son lesbianas, homosexuales, bisexuales y transgénero, y denuncian la "discriminación y exclusión" que sufren. Exigen "acceso libre" a las profesiones pastorales.
Bajo el lema #OutInChurch, estos activistas publicaron un manifiesto exigiendo "un cambio en el código laboral discriminatorio de la Iglesia católica", así como la eliminación del "lenguaje degradante y excluyente" en los puestos de trabajo.
También quieren poner fin a un "sistema de encubrimiento, doble moral y deshonestidad" con respecto al tema LGBT en la Iglesia.
Los miembros de la iniciativa afirman en el manifiesto publicado en su sitio que "ni la orientación sexual o la identidad de género", ni el "compromiso en una relación o matrimonio no heterosexual" deben ser "una barrera para la contratación o un motivo de despido".
El cumplimiento de las reglas laborales
Los empleados de la Iglesia están sujetos a las normas laborales fundamentales de la institución. Deben respetar las obligaciones de lealtad, que incluyen la orientación de su forma de vida sobre la doctrina de la Iglesia en materia de fe y moral.
Contraer matrimonio entre personas del mismo sexo puede ser considerado una violación de esta obligación y conducir a la rescisión del contrato de trabajo.
Es por eso que la iniciativa exige también un "acceso no discriminatorio a todos los campos de acción y profesionales dentro de la Iglesia".
El manifiesto citado explica lo siguiente sobre este tema: "La mayoría de nosotros hemos tenido muchas experiencias de discriminación y exclusión, incluso en la Iglesia.
"El Magisterio de la Iglesia afirma en particular que no podemos 'establecer relaciones correctas' con los demás, que fracasamos en nuestra humanidad a causa de nuestras 'inclinaciones objetivamente desordenadas', y que las relaciones homosexuales no pueden ser reconocidas 'como ordenadas a los designios revelados por Dios'".
"Tales declaraciones ya no son aceptables ni discutibles según el conocimiento actual en teología, ciencias naturales y humanidades. Como resultado, el amor, la orientación, el género y la sexualidad no heterosexuales son difamados y nuestras personalidades devaluadas.
Tal discriminación es una traición al Evangelio y va en contra de la misión evangélica de la Iglesia, que es ser 'el signo y el medio de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano'".
Esta revelación realizada con tanta publicidad no tiene otra finalidad que la de exigir, mediante la presión mediática, lo que la Iglesia ha declarado imposible, en particular por la respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe dada el 15 de marzo de 2021. Esta es la segunda reacción de este tipo, tras la bendición general de las parejas homosexuales en Alemania el 1 de mayo pasado.
Los protagonistas de estas presiones-provocaciones aprendieron bien la lección del Che Guevara: "La revolución es como una bicicleta: cuando las ruedas dejan de moverse, se cae".