
Los diversos obstáculos para el avance de la reconstrucción de Notre-Dame: protocolo sanitario inadecuado, personal insuficiente del Establecimiento Público responsable de recaudar fondos, etc., no han desalentado el ardor de los compañeros del deber que tuvieron que cumplir con la fecha establecida para asegurar las bóvedas de la catedral.
En la nave de la catedral, un enorme andamio sostiene una plataforma de trabajo, de unos treinta y tres metros de altura. Es en este espacio donde los artesanos se ocupan en reforzar las bóvedas sexpartitas del edificio, cada una de las cuales descansa sobre seis pilares.
Este "aseguramiento" de las piezas dañadas en el incendio del 15 de abril de 2019 inició en marzo de 2021: ya se han instalado varios soportes de madera, que se ajustan estrictamente a la forma de las bóvedas, y pesa cada uno más de 1.6 toneladas.
"Se trata de una técnica tradicional, implementada con herramientas modernas", especificó Philippe Villeneuve, arquitecto jefe de los monumentos históricos a cargo de Notre-Dame.
Además, es el mismo sistema el que permitirá resucitar las bóvedas que se derrumbaron: para estas últimas, "los soportes se realizaron a partir de lecturas digitales muy precisas del edificio realizadas antes del incendio", explicó Philippe Villeneuve.
Este último recordó que las bóvedas desaparecieron en el cruce del transepto por la caída de la aguja. Sin esta última, construida a finales de la década de 1850, "habrían resistido perfectamente el fuego. Las bóvedas demostraron la razón para la que fueron inventadas: para evitar que las catedrales colapsaran después de un incendio en la estructura de madera".
Construidas en madera de abeto en Jarny (Meurthe-et-Moselle), los soportes para las bóvedas ingresaron a la catedral a través de los altos vitrales previamente retirados.
Un aseguramiento "sin precedentes en su magnitud" y que "se completará según lo previsto este verano", declaró el general Jean-Louis Georgelin, presidente del Establecimiento Público responsable de la restauración de Notre-Dame de París.
Queda por ver si esto será suficiente para cumplir con el calendario establecido por el presidente de la República, que tiene previsto reabrir el emblemático edificio de París al culto a partir de 2024.