Polonia y Hungría doblemente castigadas por sus políticas pro-vida

Abril 01, 2022
Origen: fsspx.news

Mientras la crisis humanitaria vinculada a la guerra en Ucrania ha provocado una crisis migratoria de la que Polonia y Hungría son los primeros países en sufrir las consecuencias financieras, la Unión Europea (UE) sigue negándose a pagar el subsidio correspondiente aprobado para relanzar la economía tras la crisis sanitaria del Covid-19.

Una breve explicación

La Comisión Europea ha decidido retener los fondos de ayuda asignados a Polonia y Hungría el año pasado: se había aprobado un presupuesto de 2,000 billones -en forma de deuda común- para reactivar las economías.

La razón aducida para esta retención es que Polonia y Hungría han rechazado los "valores fundamentales de la Unión Europea" en cuanto al Estado de derecho y la no discriminación. Concretamente, es una sanción a su gestión del aborto, las cuestiones LGBT y ciertas reformas legales.

El año pasado, Hungría aprobó una ley que prohíbe la difusión de propaganda transgénero y homosexual entre los niños. En los últimos años, casi 100 municipios de Polonia han adoptado resoluciones que definen el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. Además, la Corte Suprema polaca prohibió el aborto por razones eugenésicas.

Cabe recordar que la suma en cuestión no es una bagatela: el total asciende a 45,000 millones de euros.

La situación actual

Así, en plena crisis humanitaria derivada de la guerra de Ucrania, mientras las economías de todos los países europeos, debilitadas por la gestión del Covid-19, sufren las consecuencias del conflicto, Polonia y Hungría, que han recibido respectivamente 2,000,000 y 500,000 refugiados, aún no reciben la cantidad aprobada por la UE.

Pero ceder en el "derecho" al aborto y la causa del género está fuera de cuestión. 

Polonia y Hungría ya han impugnado la autoridad por la retención de estos fondos ante el Tribunal de Justicia de la UE, pero ambos países fueron desestimados en febrero. El Tribunal de la UE declaró que "la Unión Europea debe ser capaz de defender sus valores".

En marzo, el Parlamento Europeo instó a la Comisión Europea a formular una resolución para pedir al Parlamento y al Consejo de la UE que retengan de forma permanente los fondos de la UE asignados a Polonia y Hungría hasta que estos países respondan a todos los requisitos.

Ni Polonia ni Hungría deberían esperar que la Comisión Europea responda de manera satisfactoria a las necesidades creadas por la crisis de Ucrania, incluso si Polonia se convierte en el centro de atención de los líderes políticos occidentales debido a su proximidad con Ucrania. Es poco probable que la Comisión retroceda en sus medidas coercitivas.

Es una ceguera llevada hasta la cima: el crimen del aborto y las pasiones de la ignominia se han convertido en las referencias insuperables de "Occidente", y hay que estar dispuesto a todo para defenderlas. Un lugar que tiene tales "valores" está condenado a la decadencia y la desaparición.