San Pablo: ¿un “infiltrado” en la Iglesia?

Junio 09, 2023
Origen: fsspx.news

Durante la Semana Santa, se proyectó un documental titulado: Amén, Francisco responde... Y, en efecto, esta entrevista del Papa con varios jóvenes cuidadosamente seleccionados daba la impresión de que lo único que Francisco tenía que decirles era: Amén.

La película fue filmada en junio de 2022, producida para la plataforma Disney+ por un periodista español, Jordi Évole, que se presenta como El Follonero. Según un comunicado de la AFP del 5 de abril de 2023, retomado por el diario libanés francófono L'Orient-Le Jour, el atuendo de estos jóvenes es elocuente: escotes, shorts, tatuajes, piercings, gorra al revés y cabellos de colores...

Emitida el Miércoles Santo, 5 de abril, esta conversación de 80 minutos con Francisco muestra a un Papa octogenario llevado al límite por jóvenes de 20 a 25 años: católicos, ateos, una musulmana... ninguno se anda con rodeos cuando se dirige al Papa, tuteándolo o criticando la actitud de la Iglesia católica.

Desde el feminismo hasta la migración, pasando por la salud mental y los derechos LGBT+, una amplia gama de cuestiones sociales, a menudo graves, se abordan sin restricciones. "¿Qué piensa de los miembros de la Iglesia o los sacerdotes que promueven el odio y usan la Biblia para apoyar el discurso de odio?" pregunta Celia, quien se define como una persona "no binaria", es decir, que no se siente hombre ni mujer.

"Estas personas son infiltrados que utilizan a la Iglesia para sus pasiones personales, para su estrechez personal", responde el Papa, que mantiene su habitual discurso de apertura a la orientación sexual y la identidad de género. "Toda persona es un hijo de Dios. La Iglesia no puede cerrarle la puerta a nadie", insiste.

Francisco intenta explicar con trabajos la posición de la Iglesia sobre el aborto o la imposibilidad para las mujeres de acceder al sacerdocio, sin lograr convencer a sus oyentes.

Las imágenes dicen más que las palabras

Para Ana Sánchez de la Nieta, en Aceprensa del 5 de abril, "el Papa escucha demasiado a estos jóvenes y, más que responder a sus dudas, que se suceden de forma rápida y agresiva, insiste en la idea de la recepción: cada uno tiene su lugar en la Iglesia y en el corazón de Jesucristo". En cierto momento, Francisco recibe como regalo un pañuelo verde.

La periodista española explica que se trata de un "símbolo especialmente provocador de la defensa […] del aborto como un derecho humano y universal. Y todo el que lee los diarios lo sabe, al igual que el Papa, que es argentino y conoce el durísimo debate sobre el aborto que se vive en su país.

"Pero quien le da este pañuelo verde es una joven en lágrimas, que enseña el catecismo en su parroquia y que ve, según dice, cómo los sacerdotes rechazan, insultan y maltratan a las mujeres que abortan […], y el Papa se lleva el pañuelo, en un gesto que vale oro para los partidarios del aborto y que es un duro golpe para quienes buscan otras soluciones al aborto.

"Es cierto que inmediatamente después el Papa dice que una cosa es acoger y otra justificar, pero en la televisión vale más una imagen que una encíclica".

Sin censuras

En el sitio web Alfa y Omega del 5 de abril, el periodista que realizó la entrevista hizo algunas confidencias sobre la reacción de Francisco después de ver la película: "Cuando el Papa terminó de ver el documental, me hizo una seña con la mano, como si se estuviera quitando el sombrero. Dijo que así es como la Iglesia debe comunicarse con sus fieles, ya sea dentro o fuera. Para él, se trata de un acto pastoral más, pero de alcance mundial".

Y aclara un punto muy revelador: "No habíamos acordado nada y Francisco no nos puso ninguna condición. Yo estaba listo, por la relación que teníamos y la confianza que él había depositado en nosotros, para eliminar algo si nos lo pedía. Puede que esté mal visto que un periodista diga esto, pero estaba considerando editar si nos lo pedía.

"Obviamente nada importante, pero hay momentos en los que se le ve incómodo. Sin embargo, no nos dijo que elimináramos tal mirada o tal gesto. No pidió nada. Esto no tiene precedentes en el mundo de la comunicación actual".

El complejo del viejo que quiere complacer al joven

El blog argentino del 12 de abril The Wanderer, escrito por un tal Ludovicus, critica duramente la participación de Francisco en esta entrevista filmada: "El Papa Bergoglio es viejo. Un hecho que no debe ser un demérito, adquiere aquí los rasgos de un complejo patético, cuando él mismo dice que es anticuado y anacrónico, que no tiene teléfono celular, que no sabe lo que es Tinder, que son sus secretarios quienes manejan su cuenta de Twitter.

"Mientras trata desesperadamente de poner buena cara diciendo que Tinder le parece normal, y pretende hablar con los jóvenes mientras ignora su cultura y evita cuidadosamente cualquier juicio moral categórico sobre las aberraciones que describen y que aplaude".

Para Ludovicus, se trata del complejo del anciano que busca seducir a los jóvenes, halagándolos: "Es el síndrome del anciano cool, es decir, del progresista que envejece y busca desesperadamente una moneda valiosa que, por desgracia, se le escapa más rápido que la vida.

"Intenta seducir a los jóvenes con halagos y demagogia, mostrándose 'avanzado', permisivo y adaptado al tiempo presente que, una vez más, no es el suyo. Esta es la forma habitual en que los políticos mediocres y los maestros sofistas, desde Platón, ávidos de una atención comprada por la permisividad, coronan su carrera. En general, esto no funciona bien".

Y agrega: "Queda una sensación de vacío y malestar. A lo largo de su intervención, que dura casi hora y media, el Vicario de Cristo apenas invoca el nombre de Cristo. De hecho, no habla de Él en absoluto. Se involucra en una forma de apologética barata […].

"El cristianismo ha sido reducido a la insignificancia, reemplazado por una vaga fraternidad de monstruos modernos llenos de contradicciones irreductibles, confirmados en sus vicios y hábitos por el silencio o la confusión. La Iglesia sería universal, porque incluye a todos, gente buena, gente mala, ateos, transexuales, género fluido, musulmanes, ateos, etc".

San Pablo, ¿un "infiltrado" en la Iglesia?

En el sitio del vaticanista Marco Tosatti, Stilum Curiæ, del 12 de abril, se puede leer un análisis de José Arturo Quarracino, compatriota del Papa, quien retoma la respuesta que éste último da a Celia, la "no binaria" que deplora el discurso de odio contra los homosexuales, viniendo de aquellos que se remiten al Evangelio para poder decir, "no soy yo quien los excluye, es la Biblia la que lo dice".

A esto, Francisco responde: "Estas personas son infiltradas, que se aprovechan de la enseñanza de la Iglesia para sus pasiones personales, para su estrechez personal de miras, es una de las corrupciones de la Iglesia […], son ideologías cerradas.

"Básicamente toda esta gente tiene un drama interior, un drama de incoherencia interior muy grande, viven para condenar a los demás porque no saben pedir perdón por sus propias faltas. En general, el que condena es un incoherente, tiene un problema interior, por eso se libera condenando a los demás, cuando debería bajar la cabeza y mirar sus propias faltas".

Citando entonces a San Pablo, José Arturo Quarracino se pregunta si el Apóstol de los Gentiles es, según las palabras Francisco, un "infiltrado". En efecto, San Pablo dice que "ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los infames, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los rapaces poseerán el reino de Dios". [1 Co 6, 9-10]

Perplejo, el erudito argentino quiere que Francisco explique por escrito "cuál fue el drama interior que afligía a San Pablo, cuál era ese drama de gran incoherencia interior que lo llevaba a condenar a los demás, porque 'no sabía pedir perdón por sus propias faltas'".

Y concluye con una pregunta que contiene su respuesta: "En última instancia, ¿quién tiene razón: San Pablo o el Papa Bergoglio?"