
Por primera vez, el Consejo de Estado turco intervino para restaurar al culto musulmán un santuario bizantino en Estambul. La decisión final depende del presidente turco, en un momento en que el jefe de Estado desea volver a movilizar la base islamista de su electorado.
"Un ejemplo a imitar para Santa Sofía", este fue el encabezado del 5 de noviembre de 2019 de un diario conservador islámico, el Yeni Safak. El ejemplo en cuestión es el de la iglesia de San Salvador de Cora, un santuario bizantino construido en el siglo IV.
Profanada después de la caída de Constantinopla en 1453, y luego transformada en mezquita en 1511, la iglesia se convirtió en museo nacional por decisión ministerial, el 29 de agosto de 1945. Construida en el siglo XI en forma de cruz griega, alberga una decoración única de frescos y mosaicos elaborados entre 1315 y 1321. Estos últimos fueron recubiertos con cal por los musulmanes, pero no destruidos. Desde la apertura del museo, en 1958, los visitantes podían admirarlos nuevamente.
Con la llegada al poder del AKP, Partido de Justicia y Desarrollo, del presidente Recep Tayyip Erdogan, los islamistas no dejaron de exigir el regreso del culto musulmán en el antiguo santuario cristiano, al que rebautizaron como "Mezquita Kariye". Sin embargo, sus esfuerzos habían sido en vano... hasta ahora.
Un cambio en la trama podría transformar la situación. El Consejo de Estado turco ha solicitado la derogación de la ordenanza de 1945 que transformó la iglesia de San Salvador de Cora en un museo, así como su reasignación al culto mahometano. La decisión se presentó ante el gabinete del presidente, que ahora debe decidir sobre el destino del antiguo santuario bizantino.
Este caso es solo un paso para los islamistas en el poder. Su propósito es devolver al culto musulmán la Basílica de Santa Sofía, lugar emblemático de la presencia de los "Cruzados" en la antigua Constantinopla.
Santa Sofía - "Ayasofya" en turco - se convirtió en un museo en 1934, pero el diario Yeni Safak no pierde la esperanza: el Consejo de Estado podría actuar nuevamente para recuperar el santuario alguna vez consagrado a la Sabiduría de Dios. Ojalá fuera la verdadera Sabiduría, la revelada a los hombres por Nuestro Señor Jesucristo.