Suiza: la ley del "matrimonio para todos" será sometida a un referéndum

Abril 23, 2021
Origen: fsspx.news
El Parlamento Federal de Suiza en Berna

La ley de reconocimiento de las uniones civiles entre personas del mismo sexo, aprobada por el Parlamento suizo a finales de 2020, finalmente pasará por la vía del referéndum: en efecto, se presentó ante las autoridades una petición que superó las cincuenta mil firmas requeridas.

El 12 de abril de 2021 se presentaron 59,176 firmas certificadas ante la sede de la cancillería federal, para solicitar la organización de un referéndum sobre la unión civil entre personas del mismo sexo.

Según la ley suiza, el pueblo puede impugnar una ley aprobada por el parlamento. Para esto es necesario reunir al menos 50,000 firmas dentro de los 100 días posteriores a la publicación de la ley. Si se tiene éxito, la ley se somete al voto de los ciudadanos de la Confederación.

Es necesario establecer una distinción entre este proyecto y el de la iniciativa, que permite al pueblo proponer una nueva ley. En este caso, se deben recolectar 100,000 firmas. Por ejemplo, la famosa ley que prohíbe los minaretes fue el resultado de una iniciativa popular.

El 18 de diciembre de 2020, los parlamentarios suizos aprobaron una ley sobre el "matrimonio para todos", similar a la vigente en Francia, lo que convierte a la Confederación Suiza en el vigésimo noveno país en proporcionar un marco legal para las uniones del mismo sexo.

Tres comités de referéndum participaron en la batalla contra la ley aprobada el 18 de diciembre. El punto principal, liderado por la Unión Democrática Federal (UDF, cristianos conservadores) y algunas personalidades de la Unión de Demócratas del Centro (UDC, derecha soberanista) es que se oponen al principio mismo del matrimonio homosexual. Hasta el momento, se han recolectado más de 50,000 firmas.

Otras 10,000 firmas adicionales provienen de un comité que se opone al proyecto porque allana el camino para la reproducción médicamente asistida (RMA) para las parejas femeninas. Por último, la Fundación para la Familia, con sede en Grimisuat (Valais), aportó alrededor de 5,000 firmas.

El reconocimiento de las uniones civiles entre personas del mismo sexo "equivaldría a abrir una brecha social y política que eliminaría la definición histórica del matrimonio, entendido como la unión duradera de un hombre y una mujer", escriben los peticionarios quienes insisten: "el matrimonio es, y debe seguir siendo, la unión natural de un hombre y una mujer, que debe ser protegida".

En respuesta a los defensores de la familia tradicional, la asociación Opération Libero lanzó una petición en línea a favor de la ley, la cual ya ha recolectado 100,000 firmas. "Es muy inquietante ver que ciertos grupos luchan específicamente contra la igualdad de derechos en Suiza", declaró Olef Gafner, defensor de la ecología en Suiza: lo que se le olvida a Gafner es que la ley se basa en lo justo, no en las minorías, y menos aún en las pasiones humanas desordenadas.

Los protestantes del llamado movimiento "evangélico" han decidido movilizarse completamente contra el "matrimonio para todos". Estos últimos también participan activamente en la UDF: este modesto partido fundado en 1975 aboga por un "orden político basado en valores bíblicos". Ya se había opuesto, en febrero de 2020, a una "ley contra la homofobia".

La Iglesia católica ha permanecido en silencio sobre la cuestión del referéndum. A principios de diciembre de 2020, la Conferencia Episcopal hizo lo mínimo, a través de un comunicado ambiguo que afirmaba que el proyecto de ley aprobado por el parlamento no podía ser "aceptado en esa forma".

El "silencio" de los prelados suizos quizá se pueda explicar en razón de las diversas corrientes que los agitan: el partido germanoparlante, en gran parte inspirado por la muy progresista Alemania, y los partidos francófonos e italianos, más conservadores.

Según una encuesta realizada por GFS-Zürich, publicada en noviembre de 2020, el 82% de los suizos estaría a favor del "matrimonio para todos". Esto deja muy poco margen para el éxito del referéndum. Pero algunos precedentes nos permiten mantener un poco de esperanza.