
En Suiza, la construcción de un edificio ha dado lugar al descubrimiento de nuevos vestigios en el municipio de Saint-Maurice, en el cantón de Valais. Se ha actualizado la parte sur de una iglesia que data de la Alta Edad Media (siglos VI-VII), así como un cementerio que contiene 250 estelas funerarias.
La existencia del lugar de culto era parcialmente conocida, porque el lugar ya había sido excavado por Louis Blondel, un arqueólogo de Ginebra, en 1951. Excavaciones recientes, más completas, confirmaron que la iglesia funeraria Notre-Dame, erigida en la misma época que la Abadía de Saint-Maurice, fue frecuentada hasta el siglo XIII. La construcción cayó en ruinas, pero el cementerio se utilizó hasta el siglo XVII.
Según la prensa local, la necrópolis de 800 m2, donde se han encontrado dos tercios de las tumbas, podría incluir los restos de representantes de la comunidad local, así como de peregrinos.
Estos trabajos y descubrimientos confirman una realidad bien conocida por los valaisanos: "En Saint-Maurice, existe una ciudad debajo de la ciudad", señaló Caroline Brunetti, la arqueóloga cantonal. "Tan es así que no podemos tomar una pala sin dar paso a los arqueólogos", bromeó un representante local.
Saint-Maurice, importante lugar del cristianismo occidental, ha gozado de renombre internacional durante muchos siglos, particularmente con la fundación de su abadía en 515.