El 7 de julio de 2022, en el pueblo de Vendlincourt, en el cantón de Jura (Suiza), las vigas de roble destinadas a la estructura de la nueva torre de Notre-Dame de París fueron bendecidas en el aserradero de Corbat por el canónigo Jean-Marie Nusbaume.
Después de ser aserradas y preparadas por la empresa, que es la única empresa suiza que participa en la reconstrucción de la catedral destruida por las llamas en 2019, las vigas partieron para Francia el 8 de julio, informó Radio Télévision Suisse (RTS).
Entre otros cuarenta aserraderos, Corbat SA ofreció sus servicios de forma gratuita. La empresa contribuyó así al aserrío de una treintena de robles necesarios para la nave, la aguja y el coro de la catedral.
"Se seleccionó un primer lote de 1,000 robles, destinados a la estructura de la aguja y el crucero, y se resecaron para obtener un nivel de humedad inferior al 30%", explicó Arnaud Lemaire, director del proyecto de restauración.
"Luego, una segunda colección de robles permitirá restaurar los marcos de la nave y el coro, que datan del siglo XIII, y que fueron implementados con madera verde". No menos de 2,000 robles, donados por propietarios de bosques de toda Francia, fueron talados para devolver la vida a Notre-Dame de París.
Longitud, rectitud y diámetro, los árboles han sido cuidadosamente seleccionados para permitir una fiel reconstrucción de los elementos históricos del edificio.
Cien personas se dieron cita para presenciar la bendición. "Esta idea proviene del canónigo Jean-Marie Nusbaume. Pienso que es excelente. Esto completa la particularidad del proyecto", explicó Gauthier Corbat, codirector del aserradero del mismo nombre.
En cuanto a la cuestión de si la protección divina podría proteger a Notre-Dame de París de un nuevo incendio, el canónigo respondió sin rodeos: "No, simplemente estas vigas participarán en algo que es del orden de la fe. Esa flecha está ahí para recordarnos que toda la humanidad está llamada a elevarse hacia Dios".
