
El descubrimiento de dos tumbas vacías en el Cementerio Teutónico dentro del Vaticano, da un nuevo impulso a la investigación de uno de los casos criminales más famosos relacionados con los sistemas judiciales de Italia y del Vaticano.
El 22 de junio de 1983, Emmanuela Orlandi, una joven de 15 años, desapareció misteriosamente en Roma de camino a sus clases de música.
Debido a que era hija de una empleada de la prefectura de la Casa Pontificia, y ciudadana de la Santa Sede, el asunto recorrió los medios de comunicación de forma inaudita, y fascinó a los italianos que empezaron a elaborar las tesis más descabelladas, evocando la participación de la mafia e incluso de algunos funcionarios del Vaticano.
En 2013, después de su elección, el Papa Francisco se reunió brevemente con Pietro Orlandi, el hermano de la joven desaparecida, a quien el Papa declaró insistentemente dos veces: "Emmanuela está en el cielo".
Cinco años después, en el verano de 2018, el caso Orlandi dio un giro digno de una de las mejores novelas de Agatha Christie, cuando una carta anónima enviada a la familia de Emmanuela les dijo que fueran a buscar los restos de la joven en el Cementerio Teutónico, “donde apunta el ángel”.
En este cementerio, hay dos tumbas, cada una de las cuales está coronada por un ángel apuntando, pertenecientes a dos princesas que murieron en el siglo XIX.
Por orden del Promotor de Justicia del Vaticano, Gian Piero Milano, las dos tumbas se abrieron el 11 de julio de 2019, en presencia de un experto contratado por la familia Orlandi, pero estaban vacías.
Ahora se tendrán que realizar nuevas investigaciones: ¿cuándo y por qué se eliminaron los restos de las dos princesas? ¿Por qué motivo la carta anónima enviada en el verano de 2018 pedía que se abrieran precisamente esas dos tumbas?
El misterio de la desaparición de la joven sigue sin resolverse.