Vaticano: una nueva embajadora de Francia ante la Santa Sede

Mayo 13, 2022
Origen: fsspx.news
Iglesia de la Trinité-des-Monts

Por decreto del 28 de marzo de 2022, publicado en el Diario Oficial el 29 de marzo, Florence Mangin fue nombrada embajadora de Francia ante la Santa Sede por el presidente de la República Francesa. El puesto estaba vacante desde la jubilación de Elisabeth Beton-Delègue el 31 de diciembre.

Florence Mangin, graduada de la ENA, embajadora de Francia en Portugal desde el 9 de mayo de 2019, se ha convertido en la segunda mujer en ocupar el cargo de embajadora en la Villa Bonaparte. La diplomática francesa de 63 años está familiarizada con Italia pues desempeñó el cargo de ministra consejera en la embajada de Francia en Roma de 2004 a 2008.

Durante su tiempo en la embajada de Portugal, fue directora para Europa continental en el Ministerio de Relaciones Exteriores de 2015 a 2019. También fue, en 2014 y 2015, coordinadora de ciberseguridad y datos públicos ante el secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores. De 2009 a 2012, fue embajadora ante las Naciones Unidas y Organismos Internacionales en Viena.

Esta es una oportunidad para recordar una de las funciones del embajador de Francia ante la Santa Sede: la gestión de los "Establecimientos Píos" de Francia en Italia.

Los Establecimientos Píos de Francia en Roma y Loreto

Origen e historia

Los Establecimientos Píos de Francia en Roma y Loreto son una institución heredera de las piadosas fundaciones de origen francés que existían en Roma y Loreto desde la Edad Media. Fue a partir de la época carolingia cuando se crearon las primeras cofradías y comunidades formadas por franceses, clérigos o laicos, residentes en la Ciudad Eterna.

Estas hermandades bretonas, lorenas o francesas tenían una iglesia y disponían de instalaciones capaces de acoger a los enfermos y pobres de la colonia, así como a los peregrinos. A lo largo del Antiguo Régimen, estas cofradías nacionales y sus iglesias tuvieron una existencia y una gestión distintas.

Pero las convulsiones provocadas por la Revolución Francesa acabaron con esta autonomía. El Papa Pío VI, por un breve pontificio de 1793, unió en una sola administración las diferentes fundaciones e instituciones y encargó al Cardenal de Bernis, que había sido embajador de Francia ante la Santa Sede durante 25 años, administrar las diferentes fundaciones nombrándolo: "Visitador Apostólico de todos los establecimientos de Roma y del Estado Eclesiástico".

Después de la campaña de Italia, las instrucciones dadas por Napoleón Bonaparte al cardenal Fesch, su tío, embajador en Roma, incluían esta declaración: "Uno de los primeros cuidados de Vuestra Eminencia será proteger los bienes eclesiásticos que Francia tiene en Roma".

En 1801, en virtud del Tratado de Tolentino, estos establecimientos quedaron bajo la autoridad del embajador de Francia. Una ordenanza del duque de Blacas, embajador de Francia en Roma en 1816, y aprobada en 1817 por el rey Luis XVIII, establecía la unión de estas fundaciones en un solo cuerpo.

Después de la toma de Roma en 1870, el rey de Italia confirmó el mantenimiento de esta situación por un decreto seguido, en 1875, por un intercambio de cartas: "nada ha cambiado en cuanto a las instituciones de caridad en beneficio de los extranjeros...".

Todo se puso en tela de juicio en 1940 con la entrada de Italia en la guerra contra Francia: los Establecimientos Píos fueron incautados. Esto finalizó en 1943, tras la intervención de la Santa Sede.

En 1956, el embajador Wladimir d'Ormesson estableció el reglamento actual aprobado por un breve pontificio de Pío XII el 8 de septiembre del mismo año. La asignación de algunas de estas propiedades, como el complejo conventual de la Trinité-des-Monts, ha sido objeto de acuerdos internacionales bilaterales entre Francia y la Santa Sede desde 1828.

Ahora incluyen cinco iglesias y sus dependencias: la Trinité-des-Monts, Saint-Louis-des-Français, Saint-Nicolas-des-Lorrains, Saint-Yves-des-Bretons, Saint-Claude-des-Bourguignons, la capilla nacional de Francia en Loreto. También hay que añadir las propiedades de inversión en Roma.

La finalidad de los Establecimientos Píos

La principal finalidad de esta institución, de acuerdo con las disposiciones testamentarias de sus numerosos legatarios, es mantener las comunidades religiosas que atienden a sus cinco iglesias (comunidad de Saint-Louis, convento y rectorado de la Trinité-des-Monts, capilla nacional de Francia en Loreto).

Los Establecimientos Píos también tienen la misión de acoger a los peregrinos de habla francesa en Roma. Esta institución de los Establecimientos Píos ha evolucionado según las expectativas de los peregrinos y condujo, con motivo del Año Santo de 1975, a la creación del Centro Pastoral Saint-Louis-des-Français y la casa de acogida Saint-Joseph de la Trinité des Monts.

Adicionalmente, los Establecimientos Píos contribuyen a la difusión de Francia en Roma, mediante la organización de eventos culturales (conferencias, conciertos, etc.) y la publicación de libros.

La administración de los Establecimientos Píos

Los Establecimientos Píos están bajo la autoridad del embajador de Francia ante la Santa Sede. El embajador está asistido, para la supervisión de la administración temporal, por doce notables franceses domiciliados en Roma, mitad eclesiásticos, mitad laicos, que conforman una asamblea consultiva, llamada Congregación General, que se reúne bajo su presidencia.