13 de diciembre: Santa Lucía, virgen y mártir

Fuente: FSSPX Actualidad

Última Comunión de Santa Lucía

El culto a Santa Lucía está documentado desde los primeros días de la antigüedad, en particular por un epígrafe de las catacumbas de Siracusa. Se menciona a "Euskia la Irreprochable, que vivió una vida buena y pura durante casi cinco lustros", y murió "en la fiesta de mi Señora Lucía, para quien ningún elogio puede ser suficiente".

Aunque no se puede especificar ni el momento ni las circunstancias exactas de la pasión de la santa, cabe destacar lo que dice la Tradición sobre el tema: Santa Lucía provenía de una familia noble y rica de Siracusa. Las actas de su martirio registran que se consagró a Cristo, decidió dar sus bienes a los pobres y renunciar al matrimonio.

En el siglo VI, el culto a Santa Lucía llegó a Roma y Rávena. Su nombre se menciona tanto en el canon romano como en el canon ambrosiano.

Se desconoce el motivo de la ferviente devoción profesada por los Papas hacia la mártir de Siracusa: probablemente se debía, no solo a la fama de su martirio, sino también al hecho de que la colonia siciliana era muy numerosa en Roma (el Papa San Agatón era siciliano), y al hecho de que los Papas deben haber estado en estrecho contacto desde el siglo IV con los administradores pontificios del vasto patrimonio de la Iglesia romana en Sicilia.

Probablemente fue gracias a esta doble influencia que se elevaron en Roma las numerosas iglesias en honor a San Vito, San Euplio, Santa Lucía y Santa Águeda, todos mártires sicilianos.

La antífona del introito se toma del salmo de virginitate, 44. "Amaste la justicia y odiaste la iniquidad: por eso te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría, con preferencia a tus compañeros". Este óleo misterioso es la gloria especial que obtienen en el cielo los santos que practicaron no solo la pureza de corazón sino también la integridad de la carne.

Las fiestas de las vírgenes mártires, como lo observa San Juan Crisóstomo, tienen un carácter muy especial: porque en ellas la victoria de Cristo aparece tanto más gloriosa cuanto más débil su condición. La venganza de la humanidad contra el demonio es así completa, ya que el enemigo es derrotado por la misma que una vez fue la primera en sucumbir.

Desde el establecimiento del calendario gregoriano en el siglo XVI, el 13 de diciembre corresponde al primer día en que el sol comienza a ponerse un poco más tarde que el día anterior, en el hemisferio norte. El popular dicho francés, "desde el día de Santa Lucía, tanto como salta la pulga crece el día", surgió de esta observación. Sin embargo, aunque el sol se pone más tarde que el día anterior, continúa saliendo también más tarde: los días continúan acortándose hasta el 21 de diciembre.