18ª misión médica Rosa Mystica en Filipinas (2)

Bajo el patronazgo de Nuestra Señora de los Pobres, Madre de todos los Pueblos y Reina de la Paz

Es bajo este patronazgo particular que el Padre Tim ha decidido colocar nuestra 18a misión médica Rosa Mystica. Nuestra Señora de los Pobres es un nombre apropiado para la patrona de una misión dedicada al cuidado de cuerpos y almas. Pero, ¿cuál es el origen de este nombre? ¿Cuáles son las razones de esta elección?

Nuestra Señora se aparece en las brumas de las Ardenas...

En un momento especialmente oscuro de la historia de Europa, entre el 15 de enero y el 2 de marzo de 1933, un cielo invernal triste y helado se abrió sobre Banneux. En este pequeño pueblo de las Ardenas belgas, situado en una meseta salvaje y solitaria al borde de un bosque llamado La Fange (El Barro), la Santísima Virgen María visitó ocho veces a una niña de 11 años para darle un mensaje.

Se presentó, bajo el título de Nuestra Señora de los Pobres, como mediadora de todas las gracias, pidiéndole que mojara sus manos en el agua de un "manantial reservado para ella" para "aliviar a los enfermos y a los que sufren" de "todas las naciones". Tras decir "Crean en mí y yo creeré en ustedes", eco condensado de la doctrina monfortiana, la Virgen exhortó a "rezar mucho".

Monseñor Louis-Joseph Kerkhofs, obispo de Lieja en la época de las apariciones, la invocaba como "Mediadora de todas las gracias, Asociada de Dios Salvador, Madre compasiva y poderosa que ama a los pobres y a todos los hombres, que consuela a los enfermos, que alivia el sufrimiento, que salva a los individuos y a las sociedades", como "Reina y Madre de todas las naciones venida para conducir a los que se dejan guiar hacia Jesús, verdadera y única fuente de vida eterna".

En efecto, ¡es por mediación de María que el reinado del Rey Pacífico puede extenderse a todas las naciones!

… Su presencia en Filipinas

En Banneux, la Santísima Virgen dijo que venía para "todas las naciones". En 2025, ha emprendido una nueva misión. Desde los páramos neblinosos de las Ardenas de Lieja, ha llegado a la humedad tropical de los pueblos perdidos y aislados de las montañas de Sarangani, en Filipinas.

En efecto, una bienhechora de la misión, que conoce estos lugares desde su infancia, nos habló de Banneux y de las apariciones de Nuestra Señora. Nos dijo que le había impresionado la correspondencia entre el trabajo apostólico de Rosa Mystica y el mensaje de Nuestra Señora de los Pobres. Conmovida por la devoción que Yolly les profesaba y por su ilimitado celo misionero, se ofreció a enviarle una estatua de Nuestra Señora. De este modo, estaría presente junto a sus pobres.

Nos llevamos la estatua en nuestro equipaje. El Padre Pfeiffer la entronizó como patrona de la misión y fue Nuestra Señora de los Pobres quien abrió las procesiones diarias que inauguraban cada día de misión en los pueblos que visitamos. La estatua iba acompañada de esta pequeña nota:

"María, nuestra dulce y tierna Madre, es universal; allá donde va, sus manos están siempre llenas de gracias. Desde un pobre prado helado de las Ardenas, va hasta los confines de la tierra, en el calor sofocante de una isla perdida donde la gente ha sido abandonada por todos, pero que la esperan sin conocerla todavía. Ella es la clave de la curación de los cuerpos y de las almas gracias a sus hábiles manos y a la devoción sacerdotal de los sacerdotes que la acompañan".

Nuestra Señora de los Pobres puede tomar posesión de estos lugares desolados y, como en Banneux, ir allí para aliviar el sufrimiento de todos esos desfavorecidos que tanto la necesitan. Roguemos a Nuestra Señora de los Pobres que conceda su protección a nuestra Misión.

Oración de Mons. Louis-Joseph Kerkhofs, obispo de Lieja:

¡Bendita seas, Virgen de los Pobres!
¡Y bendito sea Aquel que se dignó enviarte a nosotros!
Lo que nunca has dejado de ser para nosotros,
has sido y serás para todos aquellos que, como nosotros 
y mejor que nosotros, te han dado o te darán su fe y su oración.
Serás para todos aquello que revelaste en Banneux:
La Mediadora de todas las gracias,
La asociada de Dios Salvador,
La Madre compasiva y poderosa
Que ama a los pobres y a todos los hombres,
Que consuela a los enfermos y alivia el sufrimiento,
Que salva a las personas y a las sociedades;
La Reina y Madre de todas las naciones que vino a guiar
a los que se dejan llevar hacia Jesús.
Verdadera y única fuente de vida eterna.
Virgen de los Pobres, creemos en ti; cree en nosotros.
Amén.