A 80 años de la elección de Pío XII

Fuente: FSSPX Actualidad

Coronación del Papa Pío XII, el 12 de marzo de 1939.

"Será un buen Papa", esas fueron las palabras de Pío XI sobre Eugenio Pacelli, según el Cardenal Domenico Tardini. Dos años más tarde, el 2 de marzo de 1939, a las 17:30 hrs., fue elegido Papa.

Tras la muerte de Pío XI, el 10 de febrero de 1939, los gobiernos británico y francés tenían una marcada preferencia por el Cardenal Pacelli, que entonces desempeñaba el cargo de Secretario de Estado, como lo explica Owen Chadwick en Britain and the Vatican during the Second World War, un libro publicado en 1988.

Sin embargo, Italia no compartía esta misma preferencia: según escribió Pierre Brossolette en Le Populaire el 3 de marzo de 1939, el régimen de Mussolini no apoyó la elección de Pío XII por considerarlo "demasiado cercano a Francia".

En la biografía sobre el Papa Pío XII, escrita por Andrea Tornielli en 2009, éste último coteja distintas fuentes directas, permitiendo una reconstrucción creíble de la elección: Eugenio Pacelli, lejos de haber conseguido una unanimidad de principio, fue elegido en la tercera ronda de votaciones.

El Cardenal Paccelli se benefició inmediatamente del voto de la mayoría de los cardenales "residenciales", es decir, los cardenales con una diócesis a su cargo. Sin embargo, un grupo de cardenales de la Curia, que se oponía a la elección del Secretario de Estado, votaba sistemáticamente por otros candidatos, entre ellos Elia Dalla Costa, arzobispo de Florencia, y Luigi Maglione, prefecto de la Congregación del Concilio.

Sin embargo, fue el Cardenal Maglione quien eliminó la minoría de bloqueo al votar por el futuro Pío XII: algunas semanas después fue nombrado Secretario de Estado del nuevo Papa.

Cuando el Cardenal Pignatelli di Belmonte, decano del Sacro Colegio, se acercó al Cardenal Pacelli el 2 de marzo, en la Capilla Sixtina, y le preguntó si aceptaba su elección, éste respondió: "su voto es la expresión manifiesta de la voluntad de Dios: por tanto, acepto. Encomiendo mi debilidad a sus oraciones".

En ese instante, comenzó el reinado del Papa número 260 de la Iglesia católica.