Acciones contra la misa tradicional: el caso de Pontcalec
La región de Pontcalec
Los rumores que anunciaban un documento romano que restringiría drásticamente la autorización para celebrar la misa tridentina sugerían que se publicaría el 16 de julio, tercer aniversario de Traditionis custodes. Ya pasó el 16 de julio y el documento aún no ha sido publicado. Otros rumores actuales indican vacilaciones por parte del Papa.
Según Elisabeth Caillemer en el Journal du dimanche del 27 de julio, retomado por el sitio estadounidense Rorate Cæli del 22 de julio: "El Papa Francisco no habría firmado el documento por temor a intensificar las tensiones dentro de las diócesis, a fin de no aumentar la visibilidad de los grupos que apoyan la misa tridentina y evitar crear “mártires” de esta misa.
"Además, el Santo Padre se habría visto influenciado por muchos obispos, sacerdotes, fieles y personalidades que le rogaron que no diera tal paso". ¿Está realmente el Papa paralizado por estos temores? Un futuro más o menos cercano lo dirá, pero ya es seguro que se están utilizando otras estrategias para restringir poco a poco la celebración de la misa tradicional.
Como prueba, el caso de las Dominicas del Espíritu Santo en Pontcalec (Francia). El 7 de julio, las religiosas pidieron al celebrante de la misa dominical que anunciara que la misa según el nuevo ordo será celebrada por el predicador de su retiro anual del 27 de julio al 2 de agosto, “a petición de Roma”.
El 20 de julio, familiares y seres queridos de la comunidad expresaron su preocupación en una carta abierta a las madres priora y vicepriora del Instituto, que decía: "Sin pretender mitigar en lo más mínimo la dura expresión de nuestros temores, queremos asegurarles que es precisamente la tristeza, la compasión ante las crisis que atraviesa el Instituto desde hace demasiados años, así como la razón, lo que nos incita hoy a escribirles".
El 25 de julio, un comunicado de prensa en el sitio web de las dominicas explica que la comunidad se volverá bi-ritualista gradualmente a partir del 1 de diciembre de 2024, mediante “la adopción del calendario litúrgico del misal de Pablo VI”.
Así como por "la celebración de la misa según el novus ordo una semana al mes, con excepción de los domingos, manteniéndose el vetus ordo durante las otras tres semanas y todos los domingos”; y por “las lecturas de la misa, para cada día, según el leccionario romano vigente, y el uso de todos los prefacios del misal de Pablo VI durante las misas según el vetus ordo".
El 27 de julio, el sitio web Lex Orandi señalaba: “Esta reforma es presentada por las Madres como fruto de una 'invitación' de la Santa Sede desde 2023 a “reflexionar sobre el modo de manifestar, también en nuestra vida conventual, y no solo en algunas ocasiones externas, que no excluimos el misal según el novus ordo”.
“Unas líneas más adelante precisa: 'otras decisiones de la Sede Apostólica en materia litúrgica nos habían sido anunciadas y hoy fueron comunicadas al Instituto. Dichas decisiones modifican significativamente nuestra práctica actual'".
De ahí surge esta legítima pregunta: "¿Cómo es posible que una 'invitación' a comienzos del verano se haya transformado repentinamente en una 'decisión de la Sede Apostólica', anunciada la víspera de la apertura del retiro anual de la comunidad donde se celebrará la misa según el novus ordo, sin esperar al 1 de diciembre?"
Porque, continúa Lex Orandi, las consecuencias de esta invitación-decisión probablemente lleguen a otras comunidades: “Hay que considerar que la transición de las Dominicas del Espíritu Santo a la liturgia reformada, aunque sea parcialmente, es una amenaza para todos los institutos de derecho pontificio.
"Sus constituciones que preveían el uso de la liturgia tradicional habían sido aprobadas definitivamente por el Papa. El movimiento de reforma que se tradujo primero en una 'invitación' y luego en una 'decisión' anula el beneficio de las constituciones de derecho pontificio. Lo que la Santa Sede considera posible para un instituto podría muy bien considerarse adecuado para todos los demás".
Y concluye: “Lo único que queda es expresar la tristeza que nos inspira esta evolución, que prolonga la crisis vivida desde hace más de diez años en el Instituto de las Dominicas del Espíritu Santo. […] Y nos entristece ver este año el noviciado desierto, la enseñanza del Padre Berto cuestionada y el tesoro de la liturgia tradicional cambiado por quién sabe qué cosa…”
Básicamente, los oponentes de la misa tradicional saben que tienen dos medios para lograr sus fines: o el golpe de un documento romano, o el paso a paso de una “invitación-decisión”. Si se encuentra demasiada resistencia, se adopta la otra solución. Hasta el golpe de gracia...
Fuentes: JDD/Dominicaines du Saint-Esprit/Lex Orandi/DICI n°447 – FSSPX.Actualités
Imagen: Dominicaines du Saint-Esprit