Actividad en torno a "Fiducia supplicans" (2)

El cardenal Joseph Zen
El cardenal Joseph Zen Ze-kiun, arzobispo emérito de Hong Kong, no es un hombre que se rinde fácilmente. Fue uno de los cardenales que intervino con mayor contundencia contra el pontificado de Francisco durante el precónclave, denunciando en particular la sinodalidad. Anteriormente, en febrero de 2024, criticó duramente el propio Sínodo y la Declaración Fiducia supplicans.
El pasado martes, 1 de julio de 2025, el cardenal Zen escribió un artículo en su blog en el que denuncia con dureza la homosexualidad, basándose en las lecturas de la misa del día. La primera está tomada del Génesis (19, 15-29), donde se cuenta que Abraham recibe a tres viajeros, a los que interpreta como Dios acompañado de dos ángeles.
A continuación se dirigen a Sodoma, y uno de los viajeros dice a Abraham: "Los gritos contra Sodoma y Gomorra son grandes, y su pecado es grave. Ante la voluntad divina de castigar a esta ciudad, Abraham intenta interceder por ella, debido a su sobrino Lot, que vivía allí, y Dios le dice que si hay al menos diez justos, la ciudad no será destruida".
A continuación se describe el carácter profundamente inmoral de los habitantes de Sodoma, debido al pecado que ha dado nombre a la ciudad: la homosexualidad, o pecado de sodomía. La Biblia condena en varias ocasiones este pecado contra natura. El relato continúa con la destrucción de Sodoma por el fuego enviado por Dios, siendo salvado Lot con sus dos hijas.
El cardenal Zen prosigue: "Si Dios, en su infinita misericordia, detesta en tal grado las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, es porque este pecado se aleja demasiado del plan de Dios para la humanidad. Este plan consiste en que un hombre y una mujer se unan en un amor exclusivo y permanente, bajo la mirada de Dios, para que puedan nacer nuevas vidas y crecer en el calor de una familia", con miras al Cielo, habría que añadir.
A continuación, el arzobispo emérito de Hong Kong se pregunta: "¿De dónde viene la atracción por el mismo sexo? ¿Es innata? ¿Es el resultado de experiencias infelices? La medicina no puede dar una respuesta sencilla". A continuación, explica que la inclinación homosexual no es un pecado en sí misma. Pero añade que quienes conocen el bien y el mal deben ayudar a los ignorantes a reconocer la verdad.
De lo contrario, afirma, se trata de una falta de caridad. Porque, precisa: "Las relaciones homosexuales no solo destruyen el plan de Dios, sino que perjudican manifiestamente a la sociedad y son más susceptibles de provocar tragedias personales".
Y aunque la Iglesia ama y acoge a todos los hombres, no puede dejarlos en la ignorancia. Debe explicarles el plan de Dios "y ayudarles a encontrar, en la oración y en los sacramentos, la fuerza para vencer la tentación, seguir el camino de la castidad y avanzar hacia la vida eterna".
Fiducia supplicans, fuente de confusión
A continuación, comenta el evangelio del día, Mt 8, 23-27, que nos muestra a Jesús durmiendo en la barca durante una tormenta. Al ser despertado por sus discípulos asustados, les dice: "Hombres de poca fe", y luego reprende al viento y al mar, que se tranquilizan inmediatamente. El cardenal utiliza este punto.
Recuerda que Benedicto XVI dijo "que la barca de Pedro se estaba hundiendo (y que el desafío venía desde dentro)". Evoca "los disturbios y divisiones dentro de la Iglesia en los últimos años (en particular los provocados por Fiducia Supplicans), [que] nos dan la impresión de que Jesús se ha quedado dormido". Pero lo hemos despertado, y Él nos ha dado a León XIV, capaz de calmar la tormenta.
A pesar de todo, pide rezar por el Papa, "sin presionarlo, sin crear informaciones falsas, sin analizar excesivamente cada uno de sus gestos o cada una de sus palabras, para ayudarlo a apaciguar el caos y restablecer la unidad". Esa la esperanza que manifiesta. Una forma delicada, pero real, de impulsar la abolición de Fiducia supplicans...
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Fuente: oldyosef – FSSPX.Actualités
Imagen: Flickr / Mike Chan (CC BY-NC-ND 2.0)