Advertencia de tormenta contra la libertad religiosa en Estados Unidos

Fuente: FSSPX Actualidad

Sede del Departamento de Salud y Servicios Sociales

Actualmente, en Estados Unidos, no se puede obligar a ningún médico católico a realizar una cirugía de transición de género, y los hospitales católicos pueden rechazar la solicitud de reasignación de género de una persona transgénero. Tampoco están obligados a realizar abortos ni a contratar médicos abortistas. El nuevo gobierno quiere cambiar todo esto. 

El ataque proviene de la Oficina de Derechos Civiles (Office of Civil Rights, OCR) y del Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS).

Una reforma de la libertad religiosa (RFRA)

Un informe preliminar de la OCR al HHS filtrado en los medios indica que la administración Biden planea abrogar las políticas de la administración Trump que rigen la libertad religiosa, incluidos los derechos de conciencia.

El secretario del HHS, Xavier Becerra, planea eliminar la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa (RFRA). En su calidad de fiscal general de California, presentó una demanda contra las Hermanitas de los Pobres por resistirse al mandato del HHS durante la administración Obama, en un intento de obligar a las religiosas a incluir medicamentos abortivos en sus planes sanitarios.

La OCR argumenta que la administración Trump "adoptó un enfoque expansivo del uso de la RFRA que ha tenido efectos negativos en las comunidades desfavorecidas". En otras palabras, los intentos de los activistas homosexuales y transgénero de imponer su visión secular sobre las instituciones fueron bloqueados por la administración anterior.

El senador James Lankford ha interpelado a la administración Biden sobre este tema. Pero recientemente se publicó otra noticia que muestra cómo las cosas solo han empeorado.

La eliminación de la jurisprudencia favorable para los institutos religiosos

Becerra tiene como objetivo eliminar una amplia gama de exenciones de la libertad religiosa otorgadas por los legisladores y los tribunales. Los documentos obtenidos por la Catholic Benefits Association muestran una verdadera simbiosis entre el HHS y las organizaciones activistas de izquierda, la más importante de las cuales es la Leadership Conference on Civil and Human Rights.

Su éxito depende de la destrucción de las exenciones de la libertad religiosa establecidas por tribunales, legisladores y agencias administrativas. Más que cualquier otra entidad, son las instituciones católicas las que sufren los ataques más severos.

Si tienen éxito en su objetivo, los médicos y hospitales católicos perderán su autonomía. Tendrán que cerrar sus puertas o someterse a los estándares anticatólicos de la administración. Por ejemplo, los hospitales católicos podrían verse obligados a realizar abortos o contratar abortistas, bajo el pretexto de que negarle un aborto a una mujer equivaldría al delito de discriminación sexual. 

Ante las dificultades para lograr la aceptación de ciertas leyes, como la Ley de Igualdad, debido a la falta de apoyo público, la OCR y el HHS optaron por eludir al Congreso y buscar la aprobación de los tribunales para sus políticas extremistas y antinaturales.

La Leadership Conference, que está detrás de esta campaña, está conformada por distintas organizaciones de izquierda bien conocidas. La ACLU, los ateos estadounidenses, la Anti-Defamation League, la Human Rights Campaign, el Southern Poverty Law Center, Planned Parenthood y el Center for American Progress.

Su hostilidad hacia la libertad religiosa en general, y hacia los derechos de los católicos en particular, es conocida por todos. Lo que muchos no saben es que la AARP (Asociación de Jubilados de Estados Unidos), que tiene 40 millones de miembros, forma parte de esta organización.