África espera a Donald Trump

Fuente: FSSPX Actualidad

¿Se está extendiendo la Trumpmanía a África? A juzgar por la reacción positiva hacia el nuevo inquilino de la Casa Blanca por parte de representantes de las principales confesiones cristianas presentes en suelo africano, bien podría creerse que sí. Así como de muchos líderes que aprecian su pragmatismo.

¿Quién dice que los africanos son rencorosos? Ya han olvidado las palabras poco amables pronunciadas por Donald Trump durante su primer mandato, con las que calificó a las naciones africanas de "países de m...". Eso fue en 2018 y, desde entonces, el viento del olvido ha soplado sobre los baobabs... Sobre todo entre los cristianos, encantados de que el magnate estadounidense vuelva a la Casa Blanca:

"Es gracias a su victoria en las urnas que tenemos la tregua entre Israel y Hamás", explica Lambert Mbela, uno de los principales dirigentes de la Redeemed Christian Church of God, una confesión evangélica que cuenta con varios millones de seguidores en el continente africano.

El pastor incluso viajó a Washington D.C. (Estados Unidos), desafiando el frío polar para no perderse nada de la ceremonia de investidura del que considera un mesías de los tiempos modernos.

Este entusiasmo es compartido por Joseph John Hayab, pastor baptista y secretario general de la Christian Association of Nigeria (CAN) en el estado de Kaduna (Nigeria), que espera que la nueva administración apoye la libertad religiosa luchando contra el islamismo político y el yihadismo. "Muchas iglesias africanas esperan que Trump siga defendiendo la libertad religiosa y apoyando a los cristianos, sobre todo en las regiones donde son perseguidos", afirma Joseph Hayab.

Y aplaude que el cuadragésimo séptimo presidente de Estados Unidos comparta su preocupación por los valores tradicionales de la familia: "Tengo la esperanza de que Estados Unidos pueda promover estos valores como parte de su política exterior en el futuro", señalando con el dedo la financiación de organizaciones que apoyan el aborto en suelo africano.

Lo mismo puede decirse por parte de la Iglesia católica: "Donald Trump planteó a menudo la cuestión del aborto durante su campaña y prometió hacer frente al asesinato de niños, que ha alcanzado proporciones epidémicas: hay que preservar y cuidar la vida, y estos son valores que defiende la Iglesia", afirma el Padre John Gbemboyo Joseph Mbikoyezu, coordinador de la Conferencia Episcopal de Sudán del Sur.

Este optimismo hunde sus raíces en sus convicciones religiosas, aún más arraigadas desde el atentado fallido del verano de 2024, del que el magnate estadounidense salió ileso: "Su creencia fundamental es que Dios bendice a Estados Unidos, y esto anima su visión del mundo, y esta bendición va de la mano de las políticas sobre el aborto y la homosexualidad", argumenta Tumi BB Senokoane, profesor de ética teológica en la Universidad de Sudáfrica (Unisa).

Y Donald Trump -que no condiciona las relaciones exteriores de su país al respeto de los derechos humanos o a los principios de la democracia liberal- puede contar con el apoyo de muchos dirigentes africanos: un "enfoque que hace concebir esperanzas a ciertos dirigentes autoritarios o carentes de legitimidad democrática en el continente africano", explica Christopher Isike.

El director del Centro Africano para el Estudio de Estados Unidos de la Universidad de Pretoria (Sudáfrica), entrevistado por RFI, señala que estos países esperan poder aumentar su cooperación en el plano económico, "sin tener que dar cuenta de sus políticas internas".

Pero en África, algunos tienen otro motivo para alegrarse del regreso del magnate estadounidense: el famoso "Proyecto 2025" -elaborado por el think tank conservador Heritage Foundation-, hoja de ruta del nuevo inquilino de la Casa Blanca y especialmente de su vicepresidente JD Vance, considera que hay que abordar África en términos de crecimiento y no de ayuda. Esto podría barajar nuevamente las cartas en el juego geopolítico de la región...