Alemania: El Camino Sinodal fue diseñado para "presionar a la Iglesia"

Thomas Sternberg
Thomas Sternberg, expresidente del Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK), que lanzó el Camino Sinodal junto al Cardenal Reinhard Marx, entonces presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania (DBK), concedió una entrevista el viernes 2 de diciembre a la radio diocesana de Colonia sobre el proceso sinodal iniciado desde 2019 en Alemania.
La importancia de esta entrevista radica en la explicación, sin velos y sin rodeos, de la razón y, sobre todo, del método utilizado por los artífices del proceso sinodal alemán, así como de los objetivos perseguidos. Un discurso muy esclarecedor, pero que no sorprenderá a quienes han seguido con atención los vericuetos de esta empresa.
Cabe recordar que Thomas Sternberg es miembro de la Unión Cristiana-Demócrata de Alemania (CDU en alemán) desde 1974 y ha estado activo en la política durante muchos años a nivel local. De 2005 a 2017 fue miembro del parlamento regional de Renania del Norte-Westfalia.
Fue presidente del ZdK de 2015 a 2021. Cabe señalar que todos los presidentes del ZdK, desde finales de la década de 1960 y de su cambio de estatus tras el Concilio Vaticano II, proceden de círculos políticos. En otras palabras, piensan como políticos, incluso cuando se trata de la Iglesia.
Una táctica política
Sternberg no duda en explicar cómo se concibió el Camino Sinodal y por qué motivos. Primero dice que era justo "no usar una forma sinodal que hubiera sido sancionada por la ley eclesiástica y que hubiera sido posible prohibir". Esta forma podría haber sido un concilio particular o nacional.
Como denunció el Consejo Pontificio para la Interpretación de los Textos Legislativos al leer el borrador de los Estatutos: "se desprende claramente de los artículos del proyecto de los Estatutos que la Conferencia Episcopal pretende convocar un concilio particular de acuerdo con los cánones 439-446, pero sin utilizar ese término". Sternberg justifica plenamente esta acusación.
El expresidente del ZdK explica que, desde el punto de vista del derecho eclesiástico, el Camino sinodal es "un proceso de discusión no vinculante". Pero solo de esta manera puede uno realmente "operar libremente, e incluso las objeciones críticas prefabricadas que se presentaron en Roma fracasan".
Lo que Sternberg no dice es que el ZdK inicialmente quería un proceso vinculante -lo cual se menciona en el borrador de los Estatutos- pero los obispos le hicieron entender que ese era un límite infranqueable, que corría el riesgo de bloquearlo todo. Cambiando de rumbo, la DBK y el ZdK se decidieron por un proceso no vinculante, pero los obispos se comprometieron personalmente a implementar las decisiones.
Sternberg luego describe las tácticas seguidas. Admite que "no podemos decidir en Alemania la cuestión de la ordenación de mujeres o la abolición del celibato". Pero agrega que "todavía es lo suficientemente político como para saber que se necesitan procesos y desarrollos para que los temas se discutan".
El objetivo es "hablar y exigir", explicó. "Solo a través de la presión se obtiene un cambio real", concluye. Así, Sternberg admite sin vergüenza, que el proceso del Camino Sinodal tiene como objetivo presionar a la Iglesia y a Roma.
Un resultado inesperado
Según Thomas Sternberg, la vía sinodal alemana "funciona" con "mucho más éxito del que yo mismo había imaginado". Y celebra los textos adoptados: el texto base sobre la mujer, la homosexualidad en la Iglesia, el clericalismo. "Básicamente, estos temas solo surgieron gracias a este Camino Sinodal y ahora se están discutiendo fuera de Alemania".
Es así que uno de los textos ya adoptados exige reexaminar la imposibilidad de ordenar mujeres, a pesar de que Juan Pablo II declaró "definitivamente" en 1994 que la Iglesia "no tiene autoridad para ordenar mujeres". Algo que el Papa Francisco ha admitido recientemente.
Además, según otro documento del Camino Sinodal, adoptado por la mayoría de los obispos, se debe cambiar la doctrina católica en cuanto al rechazo de la homosexualidad con base en la Sagrada Escritura y la ley natural.
Por último, admite que "cuando te involucras en un proceso sinodal, también tienes que esperar no ganar", refiriéndose a un texto que no fue adoptado durante la asamblea sinodal de septiembre, el único hasta la fecha.
Conclusión
Uno de los principales protagonistas en la concepción y lanzamiento del Camino Sinodal, admite con toda tranquilidad que este sínodo es, en última instancia, un asunto operado políticamente. Se trata de avanzar por todos los medios para presionar cada vez más a Roma y a la Iglesia, para tratar de obtener cambios estructurales que solo pueden desfigurar a la Iglesia y distorsionarla, si eso fuera posible.
Después de tales confesiones, que no hacen más que confirmar lo que ya se sabía, pero que muestran la profunda intención de los iniciadores del proyecto, parece difícil no detener de una vez por todas esta empresa que nada tiene de católica, para depurar un poco el olor fétido que lleva consigo. Es una cuestión que concierne a la salvación de las almas.
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Fuentes: CNA Deutsch/InfoCatolica – FSSPX.Actualités
Imagen: Steffen Prößdorf, CC BY-SA 3.0 DE, via Wikimedia Commons