Alemania: una nueva presidenta al frente del Comité Central de Católicos Alemanes

Irme Stetter-Karp se distingue, entre otras cosas, por ser cofundadora de la sección de Bad Württemberg de la asociación donum vitae, creada en contra de las directivas de Roma, y calificada en 2006 como "fuera de la Iglesia católica" por los obispos alemanes. Concedió una entrevista al sitio katholisch.de después de esta elección.

Lo que surge de sus respuestas es bastante instructivo y muestra que el camino sinodal no se moverá ni un milímetro con su nueva presidenta.

Esta última declaró que su motivación, en lo que concierne a la Iglesia, es el hecho de que el camino sinodal "nos da al menos la oportunidad de abrir la puerta a una reforma que considero absolutamente imprescindible". ¿De qué reforma se trata?

En cuanto a la igualdad de género dentro de la Iglesia, declaró que su esperanza de cambio está cimentada en "el hecho de que hay, en las parroquias de Alemania, muchísimas personas que aspiran a la apertura de ministerios ordenados y que necesitan esta apertura si quieren compartir su fe y no considerarla solo como un asunto privado".

Y añadió que "se trata tanto de la participación de las mujeres como de la búsqueda de soluciones a una gran angustia pastoral". - En otras palabras, la base reclama, así que es necesario ceder.

A la objeción de que hay católicos que rechazan tales cambios, la nueva presidenta responde que son minoría. "Debemos encontrar perspectivas para la mayoría, especialmente en lo que respecta al camino sinodal. Entre los dos, es necesario el diálogo y el intercambio de argumentos". - Los números están de nuestro lado, debemos seguir adelante.

Finalmente, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de hacer obligatoria la vacuna contra el Covid, una pregunta que agita las mentes en Alemania, respondió:

"Básicamente, creo que más bien la cuestión debería ser cuánta libertad debería tener el individuo sin asumir la responsabilidad de las consecuencias para la comunidad. Necesitamos encontrar el equilibrio entre libertad y autodeterminación, por un lado, y solidaridad y responsabilidad, por otro".

¿Qué significa esto?, insistió el periodista. La respuesta: "Creo que ha llegado el momento de preguntarnos si sigue siendo proporcional mantener la libertad de no vacunarse y, por otro lado, aceptar que cada día mueren más personas".

¿Se aplicará el mismo tipo de principio durante los debates sinodales? Por tanto, ¿prevalecerá la "angustia pastoral" sobre la resistencia a las reformas?