Australia: la decepción de las progresistas

Fuente: FSSPX Actualidad

¿Sopla un viento de conservadurismo desde Australia? Se podría pensar que así es si se observan los sorprendentes resultados de una encuesta realizada entre mujeres católicas australianas: entre las más jóvenes, una mayoría se declara resistente al progresismo y sus diversos sustitutos. Una tendencia que también se observa en otros países del mundo anglosajón.

"Hay una clara tendencia hacia el conservadurismo que afecta a los jóvenes católicos", lamentó Tracy McEwan, en las columnas del Sydney Morning Herald, teóloga y socióloga de la Universidad de Newcastle. ¿Un paso atrás o un gran paso adelante?

Lo cierto es que la encuesta realizada a 1,769 mujeres católicas, publicada el 12 de septiembre de 2023, tuvo el efecto de una cubetada de agua fría en los círculos progresistas.

En efecto, si bien la mayoría de las mujeres de cincuenta y cinco años o más se declaran insatisfechas con el lugar de la mujer en la Iglesia, reclamando más "poder", así como la posibilidad de volver a casarse religiosamente después de un divorcio civil, la tendencia se invierte radicalmente entre aquellas menores de cuarenta.

El estudio –realizado a nivel mundial por la Universidad de Newcastle (Australia, Nueva Gales del Sur)– destaca que las australianas, en general, están menos abiertas al reformismo que el promedio de mujeres encuestadas en otros países.

Y aunque el 94% de las encuestadas mayores de 70 años piden una reforma progresiva de la Iglesia, la proporción desciende al 44% para la categoría de 18 a 40 años. ¿La generación de mayo del 68 estará entonando su canto del cisne?

Se observa la misma tendencia en las cuestiones sociales: la anticoncepción y las uniones homosexuales son rechazadas por dos de cada tres mujeres jóvenes, mientras que las mujeres de cincuenta y seis años o más están mayoritariamente a favor.

Visiblemente avergonzada por los resultados de la encuesta en la que participó con su colaboradora Tracy McEwan, Kathleen McPhillips pretende reducir su alcance: "¿Quizá respondieron las jóvenes que están muy comprometidas en la Iglesia, mientras que las que se sienten alejadas se abstuvieron? ¿Podría haber influido el factor migratorio –con la inmigración filipina donde la gente es más conservadora?", se preguntó. 

Cabe señalar que los resultados de esta encuesta a gran escala incomodaron a la vieja guardia progresista: una mayoría de mujeres jóvenes, que son el futuro de la Iglesia en Australia, también se oponen al sacerdocio femenino y afirman su preferencia por una “liturgia digna”.

Una parte notable de ellas incluso respondió positivamente a la pregunta: "¿Se debería reintroducir el Misal de 1962 en la liturgia además del ritual tradicional?"

Las dos investigadoras finalmente señalaron que la tendencia observada entre las jóvenes australianas se repite en otros países como Canadá, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos, pero que, por otro lado, es menos evidente en los países no anglófonos. 

Esta es quizás una señal más de que el mundo anglosajón, infectado mucho antes que el viejo continente por el virus de la French Theory y el progresismo moral que de ella resulta, ha tenido tiempo de recuperar la sobriedad y volver a una verdadera higiene mental basada en la realidad. Y en la fe.

Puede que Europa todavía esté un paso por detrás, pero hay algo que parece estar emergiendo: los términos de la ecuación "sueño + evolución = revolución" han desaparecido entre los jóvenes.