Beijing: ordenación del obispo coadjutor en beneficio del acuerdo secreto

La celebración tuvo lugar en presencia de 149 sacerdotes y 500 fieles, en representación de la comunidad católica de Beijing, pero también de la de Shanxi, de donde es originario el nuevo obispo, informa Asianews.

La consagración episcopal, según la práctica adoptada en caso de aplicación del acuerdo China-Vaticano, que acaba de ser renovado por 4 años, pero que se sigue manteniendo en secreto – fue anunciada por el boletín de la Sala de Prensa del Vaticano del 25 de octubre. El comunicado de prensa precisa que el nombramiento data del 28 de agosto.

Asianews señala con razón que, en futuras estadísticas, este nombramiento debería considerarse anterior a la renovación del acuerdo. El sitio web del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras observa con sorpresa que no se ha dado ningún motivo oficial para el nombramiento de un prelado con derecho de sucesión de un pastor apenas mayor que él.

“Según algunas fuentes”, continúa Asianews, "fue el propio Li Shan, que es también presidente de la Asociación Patriótica de Católicos Chinos (CCPA) y vicepresidente del Consejo Episcopal Chino [dos estructuras sujetas al Partido Comunista Chino” (PCCh)]- quien solicitó el nombramiento de un coadjutor, designando a quien durante mucho tiempo ha sido su más cercano colaborador".

Otra nota de Asianews: “el perfil publicado por el Vaticano sobre Monseñor Zhen – nacido el 10 de mayo de 1970 en Changzhi – menciona expresamente el hecho de que, después de sus primeros años en el seminario de Beijing y antes de su ordenación sacerdotal, “de 1993 a 1997, continuó sus estudios en la Universidad de St. John (EE.UU.), obteniendo la licenciatura en liturgia.

Por otro lado, este detalle sobre sus estudios en Estados Unidos fue omitido en las notas biográficas publicadas en el sitio web oficial de la Asociación Patriótica de Católicos Chinos. Lo cual ciertamente no es una coincidencia.

Esta consagración demuestra una vez más que los obispos elegidos por el PCCh están sujetos a él y pertenecen a las estructuras – cismáticas – que fueron instauradas por el Partido para sustraer a los obispos de la influencia de Roma. Por el milagro de la firma del acuerdo, ahora están “en plena comunión”, a pesar de que siguen escrupulosamente la línea del PCCh.

En particular, la APCC reeduca periódicamente a obispos, sacerdotes y fieles para que sigan la línea impuesta por Xi Jinping sobre la "sinización" del catolicismo, que no tiene nada que ver con la inculturación, como intentan hacer creer la Curia e incluso el Papa, pero con la introducción del marxismo en la religión.

Además, los obispos de esta estructura presionan a los sacerdotes para que se registren en la APCC, y para ello cuentan con la aprobación del Vaticano, que ciertamente no les exige registrarse en la Asociación APCC, pero sí lo autoriza.

En cuanto a este nombramiento del coadjutor del obispo de Beijing, es difícil tener certeza sobre el fondo del asunto, pero se parece mucho a las maniobras que se pueden observar dentro del aparato del PCCh, mostrando que los obispados son solo engranajes del Partido para controlar a los católicos.