Bélgica, señalada por la ONU por una “alta tasa” de abortos

Fuente: FSSPX Actualidad

Así expuesta, la información es algo sesgada, hay que admitirlo. En efecto, el Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad publicó un informe sobre Bélgica, centrándose en la discriminación contra las personas con discapacidad en este país, y en las leyes para ayudar a las personas con discapacidad en diversos campos.

El Instituto Europeo de Bioética (IEB) señala que, en este informe publicado el 5 de septiembre de 2024, el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad revela con “preocupación” que la “percepción negativa de las personas con discapacidad” dentro de la sociedad belga contribuye al “alto nivel de interrupción selectiva del embarazo”.

Estas observaciones “forman parte del examen periódico del respeto por parte de Bélgica de las obligaciones contenidas en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”. Adoptado en 2006, este convenio fue ratificado en 2009 por Bélgica.

Para elaborar este informe, el Comité utiliza informaciones transmitidas por la propia Bélgica, pero también “contribuciones presentadas por varias organizaciones de la sociedad civil en materia de respeto de los derechos de las personas con discapacidad en los últimos años en el territorio belga”.

Detección, aborto y rechazo a las personas con discapacidad

El punto 16(b) dice: [El Comité observa con preocupación] “que las percepciones sociales de que las personas con síndrome de Down u otras discapacidades son menos valiosas que otras personas, contribuyen al alto nivel de interrupción selectiva de embarazos después de diagnósticos prenatales del síndrome de Down u otras discapacidades”.

El IEB recuerda que "la percepción negativa de las personas discapacitadas, que conduce a una elevada tasa de abortos debido al síndrome de Down, está en la práctica relacionada con el uso generalizado de la prueba NIPT como método de detección en Bélgica. Este análisis de sangre no invasivo se ofrece sistemáticamente a las mujeres embarazadas y también es totalmente reembolsado por el Estado belga".

La prueba NIPT o prueba prenatal no invasiva permite detectar el síndrome de Down en el feto examinando el ADN fetal que circula en la sangre de la mujer embarazada, según informa el sitio web del Hospital Universitario de Lieja.

Hay que recordar que esta prueba, reembolsada por la seguridad social belga desde julio de 2017, ha aumentado los abortos en caso de resultado positivo. Por un lado, porque el 80% de las mujeres embarazadas utilizan la prueba NIPT, y por otro, porque más del 95% de las mujeres que reciben la noticia de que su hijo tiene síndrome de Down deciden eliminarlo.

Por lo tanto, el Comité formula a las autoridades belgas la siguiente recomendación: "Garantizar que los futuros padres sujetos a un control prenatal reciban una información completa y un asesoramiento no directivo que no fomente estereotipos sobre las personas con discapacidad o los valores asociados al modelo médico de discapacidad".

Una eugenesia que oculta su nombre

Esta secuencia muestra la contradicción insoluble que constituye el apoyo al aborto y la defensa de las personas discapacitadas. También muestra la total hipocresía de las agencias de la ONU, que, por un lado, quieren hacer del aborto un “derecho”, siempre y en todas partes; ¡y, por otro lado, quieren restringir este “derecho” entre las mujeres que lo utilizan!

Porque, finalmente, si una mujer no quiere un hijo, por razones propias, ¿por qué querer limitar este derecho que se esfuerzan en establecer, reglamentar, consolidar e inscribir en las constituciones, como se hizo en Francia?

Hay que decirlo claramente: el hecho de ofrecer – y también reembolsar – una prueba para detectar anomalías y discapacidades, es una incitación a eliminar a los portadores: una auténtica eugenesia. Eugenesia propuesta y fomentada por el Estado que autoriza la comercialización de estas pruebas y que las reembolsa, ocultándose detrás de la supuesta voluntad individual de las mujeres.

Pero si el 95% de las mujeres se niegan a tener un hijo con síndrome de Down es porque esta eugenesia cuenta con el apoyo de la sociedad y de la autoridad que la dirige. Si el Comité quiere poner fin a lo que considera un acto de segregación, debería pedir que desaparezcan estas pruebas prenatales que ya son, en sí mismas, una segregación.

Sin embargo, la única manera de poner fin a este verdadero rechazo que existe actualmente en nuestras sociedades "occidentales" por las anomalías y desventajas del feto es prohibir el aborto, este crimen que clama venganza al cielo, y que es la fuente de tantos males en nuestra sociedad.