Benín vota a favor de la legalización del aborto
La Asamblea Nacional de Benín votó a favor de la legalización del aborto el jueves 21 de octubre de 2021. Anteriormente solo se permitía en determinadas circunstancias: si el embarazo era consecuencia de una violación, de una relación incestuosa o si representaba un riesgo para la vida de la madre.
A partir de ahora, el aborto "podrá ser autorizado" hasta las doce semanas de gestación "en los casos en que el embarazo pueda agravar o provocar una situación de angustia material, educativa, profesional o moral", según la nueva ley relacionada con la salud sexual y la reproducción.
El ministro de salud, Benjamin Hounkpatin, afirmó que "esta medida alivia el dolor de muchas mujeres que, ante la angustia de un embarazo no deseado, se ven obligadas a arriesgar la vida por practicarse abortos en condiciones no seguras".
Según las cifras del gobierno, casi 200 mujeres mueren cada año por complicaciones relacionadas con el aborto. A fin de prevenir estas muertes se aprobó dicha ley. A este respecto, conviene recordar que las cifras que se presentaron en Francia con el mismo propósito fueron manipuladas por el organismo de estadística, a petición de la Sra. Weil.
La reacción de los obispos
Antes de que se aprobara la ley, los obispos emitieron un comunicado el 19 de octubre, al margen de su sesión plenaria ordinaria, oponiéndose al proyecto de ley que autoriza el aborto en Benín.
Dirigiéndose particularmente a los diputados, señalaron: "A ustedes, los diputados, a ustedes, los diputados creyentes, a ustedes, los diputados católicos, los obispos de Benín, les suplican en nombre de Dios, en nombre de nuestra humanidad, en nombre de los pequeños inocentes, inspirarse en los valores culturales, morales y espirituales de las personas que representan, y acceder a los recursos necesarios para decir un "No" categórico a la cultura de la muerte".
Sin embargo, esta exhortación no fue suficiente. En una segunda declaración del 21 de octubre, firmada por su presidente, monseñor Victor Agbanou, obispo de Lokossa, la Conferencia Episcopal de Benín (CEB) expresó "su profundo pesar y su gran decepción".
Reafirmó que el aborto es "un acto inhumano" que destruye la vida del bebé por nacer y de la madre de muchas formas, debido a sus múltiples consecuencias fisiológicas, psicológicas, espirituales y místicas.
"A pesar de un último intento de hablar a la conciencia de los diputados, y pese a la ola de protestas contra el proyecto de ley beninés procedentes de todas las religiones y todos los sexos, el proyecto fue aprobado", lamentó la CEB.
Benín se convierte así en uno de los pocos países de África que autoriza el aborto. Este último está permitido en algunos países por razones como violación o poner en peligro la vida de la madre, y está prohibido en otros.
Los engranajes de la retórica del aborto clandestino inseguro están bien engrasados: nadie piensa en castigar severamente a los autores de estos crímenes para detenerlos, sino que se prefiere atacar al niño inocente, que no puede defenderse. Esto ignora las terribles consecuencias psicológicas y morales que siguen al aborto como su sombra.
Finalmente, también ignora el juicio de Dios que castiga los crímenes, especialmente aquellos cometidos contra los pequeños.
Fuentes: cath.ch/La Croix Africa/Le Monde – FSSPX.Actualités